Urkullu no desistirá de pedir el acercamiento y recuerda que el Gobierno Aznar autorizó traslados y conversó con ETA

País Vasco

Urkullu no desistirá de pedir el acercamiento y recuerda que el Gobierno Aznar autorizó traslados y conversó con ETA

Cree "extraño" que PP haya criticado su presencia en la exposición de Ordóñez, cuando su viuda le trató con "respeto, cariño y sin reproche".

Iñigo Urkullu, Lendakari del Gobierno Vasco

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado este sábado que no desistirá de pedir el acercamiento de los presos de ETA, en un momento, además, en el que la banda ya se ha disuelto, y ha recordado que el Gobierno de Aznar mantuvo conversaciones con la organización terrorista y autorizó el traslado de reclusos a cárceles cercanas a sus lugares de origen.

Además, cree «extraño» que se haya criticado su presencia el pasado jueves en la exposición en memoria del político del PP Gregorio Ordóñez, cuando su viuda, Ana Iribar, le trató con «respeto, cariño y sin reproche».

Urkullu ha respondido, de esta forma, a la petición el pasado jueves del presidente del Partido Popular, Pablo Casado, para que el lehendakari deje de proponer el acercamiento de los 210 presos de ETA, cuando «todavía no se han arrepentido ni pedido perdón a las víctimas». Además, la presidenta de los populares en Vizcaya, Raquel González, calificó de «hipócrita» que Urkullu y el PSE-EE hubieran asistido al acto.

En un artículo colgado en su blog, recogido por Europa Press, el lehendakari ha recordado que el pasado jueves acudió a la inauguración de la exposición «La vida posible», con motivo del 25 aniversario del asesinato de Gregorio Ordóñez.

Transcurridos dos días, ha querido hacer una reflexión «sincera y serena» sobre el desarrollo del acto. En ese sentido, ha señalado que, a pesar de haber coincidido un breve espacio de tiempo con Gregorio Ordóñez como parlamentario, no tuvo ocasión de conocerle y entablar una relación personal con él, pero asistió al acto en calidad de lehendakari de Euskadi, con plena convicción personal e institucional».

Urkullu ha apuntado que él entendió que, en esos momentos, el protagonismo correspondía «plenamente» a la viuda de la víctima, a quien agradece públicamente «su receptividad y el talante demostrado».

Tras subrayar que no realizó «declaración alguna con carácter previo», ha apuntado que no comprende «la actitud de quienes así lo hicieron, tanto Aznar como Casado, quienes forzaron el retraso en el inicio del acto programado», con declaraciones que el lehendakari afirma que no puede «dejar pasar por alto porque no responden a la verdad».

CONVERSACIONES DEL GOBIERNO DE AZNAR Y ETA

Según ha asegurado, «todo lo declarado en el momento previo a la inauguración de la exposición choca frontalmente con la realidad» y ha recordado que, siendo Aznar presidente del Gobierno, «aceptó mantener conversaciones directas con ETA, autorizó el acercamiento de presos a cárceles más próximas al País Vasco y calificó a ETA como ‘movimiento vasco de liberación nacional’, ante el estupor general» y en una situación en la que la banda «existía».

«No es de recibo tener que escuchar ahora una crítica al Gobierno vasco por solicitar ese mismo acercamiento una vez que ETA ya ha desaparecido completa y definitivamente», ha apuntado.

LA PETICIÓN DE JONAN FERNÁNDEZ

El lehendakari ha subrayado que todo ello se da en este mes de enero, cuando se ha celebrado una manifestación de Sare por los presos y, posteriormente, hubo unas declaraciones del secretario general de Derechos Humanos, Convivencia y Cooperación, Jonan Fernández, que Iñigo Urkullu «suscribe plenamente», en alusión a la petición de acercamiento de los 210 reclusos que se encuentran en cárceles españolas a Euskadi, antes de iniciar el proceso de reinserción.

Asimismo, ha recordado que esta reclamación constaba «en las aportaciones entregadas al Gobierno español, apelando al espíritu y letra del ordenamiento jurídico y legislación correspondiente». «Desconozco si de las opiniones vertidas también por otros representantes políticos se ha de interpretar que la cuestión de la política penitenciaria no corresponde al Gobierno vasco», ha dicho.

En tal caso, ha apuntado que «resulta contradictorio con todas las apelaciones que por partidos políticos y organizaciones se plantean recurrentemente al Gobierno vasco y los posicionamientos institucionales habidos a lo largo de ya casi tres décadas».

«Desconozco si las aportaciones por parte del Gobierno Vasco incomodan, por alguna razón ajena al propósito de avance en la gestión de individuación de la política penitenciaria y cumplimiento de la ley al tiempo que atienda a razones humanitarias para las familias de los presos y ellas mismas, por parte de otros agentes políticos», ha añadido.

SIN DESISTIR

Urkullu asegura que, «ni ante unos u otros», desistirá en un posicionamiento que entiende que «es más ajustado que nunca, si cabe, al momento que, afortunadamente tras la disolución de ETA, estamos viviendo». «Me reafirmo en la posición mantenida siempre y lo dicho a lo largo de estos últimos años en mi responsabilidad institucional actual», ha remarcado.

De esta forma, ha insistido en la «asunción sincera de una autocrítica en el tratamiento dado a las víctimas del terrorismo, muy especialmente en la década de los 90», y ha reivindicado «memoria, verdad, justicia, reparación para todas las víctimas» desde los años 60.

Además, ha reiterado la «exigencia de deslegitimación del terrorismo con una mirada crítica al pasado y reconocimiento del daño injusto causado» y ha apelado «al espíritu» que la Constitución que contempla como objetivo la reinserción de las personas presas «y una política penitenciaria acorde a ello».

Urkullu ha pedido el cumplimiento de la transferencia de prisiones tal como prevé el Estatuto, ha querido diferenciar «entre dispersión y alejamiento/acercamiento», ha reclamado «atención al cumplimiento de la legislación penitenciaria española y los mandatos adoptados por organismos e instituciones europeas» y una «adecuación de la política penitenciaria al nuevo tiempo sin ETA».

Asimismo, ha destacado que todo ello ya lo expuso «directamente a los presidentes de los Gobiernos españoles, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, y es el planteamiento integral que aborda su Gobierno para «avanzar en una convivencia basada en valores compartidos y una vida normalizada en Euskadi», ha apuntado.

GREGORIO ORDÓÑEZ

Iñigo Urkullu ha aludido al título de la exposición en memoria del que fuera parlamentario vasco, ‘Gregorio Ordóñez. La vida posible», para afirmar que es «referencia válida que sacude la memoria histórica y la reciente, así como la conciencia de lo que pudo haber sido y no fue ni es en el caso de tantos seres humanos cuya vida fue truncada; en el caso de tantas familias rotas; en el caso de una sociedad amputada y lastrada por guerras, terrorismos, persecución, coacción, chantaje, extorsión…», ha apuntado.

Urkullu ha destacado que acudió como invitado y fue tratado «con respeto y cariño, sin reproche alguno». Por ello, considera «extraño, por lo tanto, la manera de proceder por quienes, al margen del acto», critican su presencia, «siendo incongruentes con su propia historia, las leyes y el ordenamiento jurídico».

En este sentido, ha recordado que se trata de «un historia de acuerdos también con el PNV, tanto a nivel municipal como estatal, de relación y acuerdos también con Herri Batasuna a nivel territorial como en el caso de Nafarroa, una historia de relación entre el Gobierno español y el Gobierno vasco en el inmediato pasado en el contexto de la gestión del desarme y disolución de ETA».

Por ello, ha querido destacar el titulo «La vida posible» desde el respeto a los diversos sentimientos de pertenencia o de identidad, «tal y como se subrayaba en el acto en el que se recordaba a Gregorio Ordóñez, desde el respeto a los diversos proyectos políticos en el marco de la legalidad y la democracia, y desde la construcción de la convivencia basada en la memoria y el desarme de la palabra».

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