Financial Times ‘da un repaso’ al Santander por las dificultades de su filial británica

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Financial Times ‘da un repaso’ al Santander por las dificultades de su filial británica

Aunque el mercado fue difícil para todos los bancos británicos el año pasado, el Santander “lo pasó especialmente mal”, recuerda el diario.

Ana Botín, presidenta de Banco Santander

Esta semana se cumplen diez años desde que los carteles de Abbey National comenzaran a desaparecer de las calles de Reino Unido para ser sustituidos por los de Santander, y Financial Times le dedica un reportaje a la entidad en el que pone de relieve las dificultades en las que se encuentra la filial y cómo nunca llegó a cumplir su promesa de transformar la banca británica.

El diario británico destaca como Santander UK creció rápidamente a través de una serie de adquisiciones y se planteó una salida a bolsa de 20.000 millones de libras. Ana Botín, que dirigió la filial, llegó a prometer “transformar la banca británica”, recuerda FT, que destaca sin embargo que una década después el banco “está luchando” y los planes de salida a bolsa son “un recuerdo lejano”.

“Nunca logró cumplir su promesa más que muy brevemente en torno a 2012-13”, señala a FT un alto ejecutivo de un banco rival, “lo que ilustra una vez más esa enorme ventaja que tienen los grandes titulares”.

Aunque el mercado fue difícil para todos los bancos británicos el año pasado, el Santander “lo pasó especialmente mal”. El beneficio antes de impuestos cayó un 24% en los primeros nueve meses de 2019, lo que lo sitúa en el camino de su tercer año consecutivo de descensos. Dentro del conjunto del grupo, se prevé que el Reino Unido sea el país con menor rentabilidad sobre fondos propios, a medio plazo, de cualquiera de sus principales mercados.

En declaraciones a Financial Times, Botín reconoce que las regulaciones del Reino Unido se han vuelto “más exigentes que ningunas otras en el mundo, y esto ha impactado el crecimiento en los últimos años”. Pero añade que Reino Unido sigue siendo un “mercado de importancia crítica” y muestra su confianza “en el valor a largo plazo que Santander UK aporta al grupo”.

Santander cerró alrededor de una quinta parte de sus sucursales en el Reino Unido el año pasado, y se prevén nuevos recortes. “Hay que reducir la plantilla”, apunta Nathan Bostock, que tomó el relevo de Botín como consejero delegado de la filial británica en 2014. “Se trata de digitalizar… de simplificar”.

El banco también considerará recortar los intereses que ofrece a los clientes de cuentas corrientes. La Cuenta 123, que ofrece devolución de efectivo y paga intereses a cambio de una cuota mensual, ha ayudado a incrementar los depósitos por cinco entre 2011 y 2018 hasta los 68.000 millones de libras esterlinas, pero es cara en comparación con las de los grandes bancos británicos, que no pagan intereses.

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