Los microcréditos, una solución de financiación a medida del cliente

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Los microcréditos, una solución de financiación a medida del cliente

En el día a día de cualquier familiar pueden surgir una gran variedad de gastos inesperados que pueden poner en tensión a la familia ante la incapacidad de hacer frente a los mismos. O se hacen ajustes muy importantes en el presupuesto familiar o se recurre a financiación para hacer frente de manera cómoda a estos imprevistos, pero son gastos que hay que realizar.

Hablamos de averías en el coche de la familia, la reparación de una tubería rota en casa o el pago de una multa de tráfico de un importe elevado, por citar algunos ejemplos. Ante estos gastos, los microcreditos se han posicionado como una de las soluciones más interesantes para hacerles frente de manera rápida y cómoda y sin comprometer la economía familiar.

Una solución personalizada y a medida del cliente
Aunque solo están presentes en el mercado de créditos desde hace pocos años, los microcréditos han logrado posicionarse como una solución muy bien recibida por millones de ciudadanos en nuestro país. Han tomado especial relevancia después de la rigidez que las entidades bancarias tradicionales han demostrado tras la última crisis económica, en la que muchas familias no podían acceder a financiación ni para cubrir pequeños gastos inesperados.

En países como Bangladesh estos microcréditos han contribuido de manera directa a mejorar las condiciones de vida de la población con menor renta del país, y en Europa están sirviendo de ayuda para que miles de familias cada día puedan hacer frente al gasto imprevisto que les ha surgido sin que ello suponga un trauma a nivel económico en ese mes.

Los microcréditos son una solución totalmente personalizada que el cliente puede elegir, generalmente a través de la página web de la entidad de microcréditos seleccionada, de manera rápida y sencilla. Esto aplica tanto a la cantidad económica que puede necesitar como al número de cuotas en las que desea devolver el microcrédito con sus intereses.

De esta forma, los particulares elijen la mejor forma de devolver el microcrédito en función de su situación familiar o económica. Este elevado nivel de personalización hace que los impagos sean muy inferiores y que las familias se sientan cómodas devolviendo el microcrédito poco a poco sin que les suponga un gran esfuerzo cada mes.

Una solución financiera responsable para todos
Los microcréditos son una forma de obtener el dinero que se necesita de manera responsable y segura. Frente a prestamistas usureros o frente a la lentitud en la tramitación de las solicitudes de los bancos tradicionales, las entidades de microcréditos están totalmente reguladas y sus normativas son claras para todos los usuarios.

Además, los microcréditos son una solución responsable, puesto que no es posible pedir grandes préstamos que personas de escasos recursos no puedan devolver. Por ello, la cantidad máxima de estos préstamos suele oscilar entre los 600 y los 900 euros. De esta forma se evita un endeudamiento superior al que una persona o familiar pueda soportar.

El usuario recibe su dinero de forma rápida y sin apenas requisitos
Para poder solicitar un microcrédito no es necesario aportar grandes cantidades de datos, información o documentación a la entidad. De manera general, las entidades prestamistas suelen solicitar datos como el número de cuenta bancaria del cliente para depositar el dinero, el DNI del solicitante y una cuenta bancaria o tarjeta a través de la cual se realizará el reembolso en el plazo escogido por el cliente.

También se suele solicitar al cliente que comunique un teléfono móvil válido para recibir llamadas o SMS para que así la empresa se pueda comunicar con el cliente de forma rápida y sencilla. Algunas entidades también pueden pedir que el cliente no tenga otras deudas pendientes con entidades financieras o que no estén inscritos en ficheros o registros de morosos como RAI o ASNEF, aunque también existen algunas que descartan estos requisitos.

En cuanto a la necesidad de presentar avales, de manera general no resultan necesarios. Dependiendo del dinero solicitado o del perfil de riesgo del cliente, la entidad puede solicitarlo, pero es muy poco frecuente. Y es que adjuntar un aval a la solicitud de préstamo puede demorar la concesión del microcrédito y en situaciones de urgencia los clientes no pueden esperar un plazo demasiado largo.

La solicitud de microcréditos se ha convertido, por tanto, en el refugio de muchas familias cuando surgen gastos inesperados que tienen que afrontar de manera urgente. Este tipo de soluciones aportan una gran tranquilidad a las familias y evitan situaciones de impagos mejorando la situación de sus finanzas personales.

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