Los bomberos australianos, ante llamas incontrolables y un empeoramiento de las condiciones meteorológicas

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Los bomberos australianos, ante llamas incontrolables y un empeoramiento de las condiciones meteorológicas

Las temperaturas en el este de Nueva Gales del Sur podrían alcanzar este miércoles los 40ºC.

Incendio

El Cuerpo de Bomberos de Australia ha alertado este martes de que las incontrolables llamas provocadas por los virulentos incendios forestales registrados en el este del país hacen cada vez más inviable la posibilidad de contener el avance del fuego, que cuenta con un centenar de focos y podría ganar más fuerza ante el empeoramiento de las condiciones meteorológicas.

Las temperaturas en el este de Nueva Gales del Sur podrían alcanzar este miércoles los 40ºC, prácticamente un récord en la Historia del estado oriental australiano. Bomberos y policías siguen luchando contra las llamas a pesar de que el fuego «está fuera de control humano», según ha informado el diario local ‘The Sydney Morning Herald’.

Las autoridades han advertido de que los focos actuales podrían extenderse. «La gente no debe tener esperanza, no contendremos el fuego antes de que el tiempo empeore esta semana», ha aseverado Rob Rogers, del Cuerpo de Bomberos de Nueva Gales del Sur, en declaraciones a la cadena de televisión Channel 9. «La gente tiene que estar preparada para lo que puede pasar», ha aseverado.

Los bomberos siguen haciendo frente a más de un centenar de incendios, incluido un frente de unos 60 kilómetros de largo que se encuentra al noroeste de Sídney. Los incendios han dejado por el momento seis muertos y 680 hogares destruidos desde que la temporada de incendios comenzara a finales de octubre, un mes antes de lo normal. Cerca de 3 millones de hectáreas de tierra se han visto también afectadas por el fuego.

Aunque la mayoría de ellos se han concentrado en la costa este de Australia, las altas temperaturas han provocado que estos se extiendan a otras partes. En la parte occidental del país, las condicionales meteorológicas han frustrado la amenaza de incendios, según las autoridades.

La situación comienza a ser insostenible en algunas zonas de Nueva Gales del Sur. Este lunes, médicos y trabajadores de la Sanidad australiana pidieron al primer ministro, Scott Morrison, que declare la emergencia sanitaria a nivel nacional para hacer frente al humo proveniente de los incendios forestales que afectan a la costa este del país.

En un comunicado, una decena de grupos de médicos han alertado de que el nivel de polución en el aire se ha incrementado hasta once veces respecto a la «peligrosa» cifra inicial en algunas partes de Sídney y Nueva Gales del Sur.

«No hay un nivel seguro de contaminación del aire. Cuanto mayor es el nivel de contaminación, más peligrosos son los riesgos para la salud. El humo de estos incendios es particularmente peligroso debido a los altos niveles de partículas pequeñas presentes en él», han advertido.

Así, han subrayado que «la contaminación del aire está relacionada con enfermedades a lo largo de la vida: incluyendo nacimientos prematuros, bebés con bajo peso al nacer, desarrollo pulmonar deteriorado en niños, asma, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, enfermedades pulmonares crónicas y cáncer de pulmón».

Voces críticas han arremetido contra el Gobierno de Morrison, al que acusan de no hacer lo suficiente para abordar el impacto del cambio climático y la contaminación.

Morrison ha defendido las políticas adoptadas por su Gobierno, pero algunos antiguos jefes del Cuerpo de Bomberos han insistido en que Australia debe abandonar la estrategia actual para hacer frente a estas situaciones dado que deposita la mayor parte de la responsabilidad en los gobiernos locales.

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