Los ‘nuevos’ Greta Thunberg de la COP25: “Los adultos sienten amenazada su forma de vida”

Los ‘nuevos’ Greta Thunberg de la COP25: “Los adultos sienten amenazada su forma de vida”

Jóvenes de distintas partes del mundo se reúnen para compartir experiencias y objetivos.

¿Demasiado joven para cambiar el mundo? Esa es la pregunta que vertebra el encuentro de jóvenes celebrado este miércoles 11 de diciembre en la Zona Verde de la Cumbre Mundial del Clima de Madrid. Presentado por Corporación Verde, ocho jóvenes de distintos lugares de América Latina y España han compartido en una mesa redonda sus preocupaciones e ilusiones.

“Nunca se es demasiado joven, ni demasiado mayor, para empezar a cambiar”, destaca Ignacio Cabrera, miembro de Corporación Verde de Chile. A su juicio, la fragmentación generacional que existe en la concienciación sobre el cambio climático se debe principalmente a que “nacieron en un tiempo en el que esto no estaba ni siquiera detectado, prácticamente”.

Sin embargo, Igor, ingeniero medioambiental y activista brasileño presente en el encuentro cree que la división generacional se fundamenta también en que “muchos adultos sienten amenazada su forma de vida. Tienen que sacrificar muchas de las comodidades que han disfrutado”.

En ese mismo sentido, Ignacio entiende que “alguien que se ha criado de una forma que provoca la destrucción del planeta debe estar obligado a cambiar”.

Para seducir a ese segmento de la población, los jóvenes presentes apuestan por seguir uniendo sus fuerzas de manera empática. “No se trata de echarles la bronca y ya está, hay que vincularles a nuestras preocupaciones, somos sus hijos o nietos”.

¿Se puede ser sostenible siendo capitalista?

“El capitalismo, tal y como lo hemos vivido hasta ahora, está mal. Es una economía lineal que destruye y arrasa con todo a su paso”, asegura Ignacio Cabrera, quien asume que muchas grandes empresas “no quieren que el modelo económico se eche para atrás y aportan medidas insuficientes”.

En esa misma línea se alinean los otros jóvenes presentes en este encuentro, que critican que “grandes empresas contaminantes desplacen la responsabilidad sobre el consumo del ciudadano, en sus hábitos”.

Igor, por su parte, siendo más taxativo, cree que no se puede ser capitalista y sostenible. Precisamente esta postura es la que provoca que centenares de activistas medioambientales estén sufriendo la persecución de gobiernos y empresas privadas en distintas partes del mundo.

En Brasil ya han asesinado a varios activistas y en Chile, “casualmente varios se han suicidado, cuando sabemos que fueron asesinados”.

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