El BCE contrataca a la Libra de Facebook y prepara su propia critpomoneda

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El BCE contrataca a la Libra de Facebook y prepara su propia critpomoneda

Los planes más ambiciosos del BCE pasan por que los clientes puedan abrir directamente una cuenta en la institución.

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La decisión de Facebook, junto a otros socios, de impulsar Libra como una criptomoneda del ámbito privado empresarial, ha asustado hasta tal punto a los reguladores que en los próximos meses se podría avanzar en la viabilidad de una moneda digital respaldada por el Banco Central Europeo (BCE).

Una criptomoneda pública representaría una alternativa a Libra y a otros proyectos privados, y podría reducir los costes de las transacciones internacionales, que los funcionarios de la UE consideran demasiado elevados. El debate lo puso en la mesa la semana pasada el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, en una conferencia en Bruselas al señalar que “el hecho de que sea a largo plazo no nos impide trabajar y obtener resultados el año que viene”.

Pero los primeros pasos ya se habrían dado. De acuerdo con una información de Reuters, que cita a un funcionario del BCE, el banco central de la zona euro ya estaría trabajando en los aspectos técnicos de una moneda digital y la intención es presentar pronto aclaraciones a los gobiernos de la Unión Europea.

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Los ministros de Hacienda de la UE debatieron esta cuestión en la reunión del pasado viernes en Bruselas pero no se espera una declaración conjunta hasta la próxima cita de diciembre, cuando ya haya trabajos más avanzados. El Comisario de Finanzas de la UE, Valdis Dombrovskis, reconoció eso sí que Libra es una llamada de atención que muestra que hay lagunas en la oferta de pagos transfronterizos baratos y rápidos en Europa.

El BCE estaría estudiando varias opciones a día de hoy. El plan más ambicioso, de acuerdo con Reuters, pasaría por que los usuarios de la nueva moneda digital abriesen cuentas bancarias directamente en el BCE. Esto reduciría los costes de transacción, pero haría que los bancos y los servicios de pago existentes fueran en gran medida redundantes.

Menos radical para el statu quo actual sería que los bancos recibiesen esta moneda digital del BCE para posteriormente distribuirlas a sus clientes, pero los trabajos están en curso y quedan varios problemas técnicos y legales por superar.

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