La puerta giratoria sigue rotando sin cesar. El último caso de trasvase de lo público a lo privado lo protagoniza el ex ministro de Justicia Rafael Catalá, que ha firmado por la casa de apuestas Codere para ejercer de lobista con los diputados del Congreso.
Así lo asegura este martes El Confidencial, que afirma que la compañía dedicada al sector del juego “confía en Catalá para que actúe de lobista ante sus antiguos compañeros del hemiciclo, les exponga la visión de la compañía y suavice cualquier regulación que sea muy restrictiva”.
El fichaje de Catalá por Codere, no obstante, supone un camino de ida y vuelta en la vida profesional del exministro, que lleva años saltando de lo privado a lo público y viceversa. Entre 2005 y 2011, sin ir más lejos, fue secretario del consejo de administración de Codere.
En ese caso, según afirman distintas fuentes a El Confidencial, Catalá “vuelve a la empresa como colaborador externo y asesor global de relaciones institucionales, un puesto sin funciones ejecutivas al que se le ha atribuido, entre otras responsabilidades, la de mediar con todas las formaciones políticas para concretar un marco jurídico que no perjudique al sector”.
La publicidad de las casas de apuestas inunda los medios de comunicación y los principales eventos deportivos. La situación ha llegado a tal punto que partidos como Unidas Podemos exigen el endurecimiento de la ley contra estas compañías.
