Los test de estrés a la banca bajo escrutinio: pasan por alto riesgos sistémicos

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Los test de estrés a la banca bajo escrutinio: pasan por alto riesgos sistémicos

El Tribunal de Cuentas Europeo ha detectado “deficiencias en la evaluación de la resistencia frente al riesgo sistémico” en los test de estrés realizados por la EBA.

EBA

Es ya prácticamente un cliché: un determinado banco supera con nota los test de estrés y apenas unos meses después afloran unos problemas que acaban desembocando en su intervención y rescate. Aunque la capacidad de analizar futuribles es evidentemente complicada, el Tribunal de Cuentas Europeo (ECA por sus siglas en inglés), considera que estas pruebas de esfuerzo no han tenido en cuenta algunos riesgos sistémicos, de acuerdo con un informe que acaba de hacer público.

En concreto, el Tribunal de Cuentas Europeo ha detectado “deficiencias en la evaluación de la resistencia frente al riesgo sistémico” en los test de estrés realizados por la Autoridad Bancaria Europea (EBA por sus siglas en inglés), lo que plantea interrogantes sobre las medidas de evaluación del riesgo que el organismo utiliza para predecir el comportamiento de los bancos en condiciones difíciles.

“La hipótesis de tensión en cuanto en el ámbito macroeconómico preveía el empeoramiento de las condiciones con respecto a la hipótesis de referencia, pero las perturbaciones económicas fueron menos graves que lo anunciado”, señala el ECA. Según el informe, “los efectos negativos de la crisis se concentraron en varias grandes economías, la mayoría de las cuales se desempeñaron bastante bien durante la última recesión, más que en los países más afectados por la crisis”.

Asimismo, no se evaluó “la vulnerabilidad de los bancos frente a graves perturbaciones financieras, y no se tuvieron suficientemente en cuenta riesgos sistémicos significativos”.

Otro aspecto que critica el Tribunal de Cuentas es el tamaño de la muestra a la que afectó la prueba de resistencia, que solo incluyó bancos con activos consolidados por valor mínimo de 30.000 millones de euros. “El número de bancos participantes ha descendido desde la primera ronda de pruebas de resistencia. En 2011 participaron 90 bancos de 21 países, pero para 2018 esta cifra había descendido hasta 48 bancos de 15 países”.

El Tribunal de Cuentas Europeo se lamenta además de que, “debido a la falta de recursos y a las actuales disposiciones de gobernanza”, la EBA no estaba en condiciones de garantizar la “comparabilidad y fiabilidad de los métodos, prácticas y resultados”, como se prevé en el Reglamento. En su lugar, tuvo que depender principalmente de los supervisores nacionales. En el lado positivo, se publicó “una gran cantidad de información”.

A finales del año pasado, la EBA publicó resultados de los test de estrés, que mostraron que todas las instituciones financieras de la UE aprobaron sus pruebas de estrés de “escenario adverso”, superando una ratio de capital del 5,5%.

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