La salud del comisario Villarejo preocupa a los médicos de la cárcel de Estremera

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La salud del comisario Villarejo preocupa a los médicos de la cárcel de Estremera

El informe remitido al juez García Castellón hizo que el magistrado de la Audiencia suspendiera la citación del expolicía de esta semana.

José Manuel Villarejo, excomisario de policía

El comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo sufre un problema de tensión que preocupa a Instituciones Penitenciarias. Así se recoge en un informe efectuado por el equipo médico de la cárcel de Estremera que ha sido enviado al titular del Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, del que informa elconfidencial.com

El digital señala que aunque no es la primera vez que sus problemas de salud llegan a oídos del magistrado, pero en esta ocasión considera que las conclusiones del examen son lo suficientemente graves como para suspender la última citación de Villarejo, que tenía que comparecer este mismo miércoles en la Audiencia Nacional.

El informe explica que Villarejo sufre una tensión arterial muy elevada de forma continua que se ve agravada con sus comparecencias ante el juzgado, por lo que García Castellón ha optado ahora por suspender su citación en el marco de la pieza Pit, en la que se investiga el encargo que le hizo el naviero Ángel Pérez-Maura para impedir su extradición a Guatemala y por el que supuestamente le pagó 10 millones de euros.

Los problemas de salud del comisario jubilado José Manuel Villarejo ya se recogían en un informe presentado por su defensa ante la Audiencia Nacional el pasado diciembre, en el que se pedía que saliera en libertad provisional. En este se recogía la “afectación de la salud del investigado por el dilatado periodo en prisión incondiciona” y, en concreto, su “extrema vulnerabilidad espinal”. A diferencia del último informe, este lo firmaba un médico ajeno a la cárcel de Estremera, el doctor Juan Francisco Martínez-Canca, que trabajó además para una clínica de Estepona vinculada al comisario. Para rechazar su puesta en libertad provisional, la magistrada María Tardón se apoyó entonces en la postura del médico forense y de los servicios médicos de la cárcel, que consideraban que su situación era “perfectamente compatible con el régimen penitenciario”.

Pese a ello, en los últimos meses el estado de salud del policía ha terminado por alertar a Instituciones Penitenciarias. No por su “extrema vulnerabilidad espinal”, sino por una alta tensión que tiende a dispararse cada vez que comparece en el juzgado. A la espera de ver cómo avanza el policía, la situación abre la puerta a que su defensa vuelva a lanzar la misma petición que ya propuso en verano. Ya que en esta ocasión cuenta con que el informe que alerta sobre su salud no ha sido realizado por un doctor al que conoce, sino por los servicios médicos de la propia cárcel en la que se encuentra.

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