La mano que el ex primer ministro francés Manuel Valls ha tendido este miércoles a Ada Colau pone a la alcaldesa en funciones entre la espada y la pared. Revalidar la alcaldía con los votos de PSC y Barcelona pel Canvi (plataforma asociada a Ciudadanos en las elecciones), o dejar el camino libre a Junts per Catalunya y ERC, fuerza más votada y con los mismos escaños que Barcelona en Comú.
“A veces la política es escoger la decisión que sea menos mala”, ha admitido el candidato de Barcelona pel Canvi, Manuel Valls, que ha ofrecido los votos de los concejales de su formación (los otros tres son de Ciudadanos) para que la actual alcaldesa de la ciudad condal repita en el cargo. Un gesto con el que evitar que ERC tome la Alcaldía.
“La prioridad es evitar que Barcelona sea la palanca del independentismo”, ha defendido Valls en una rueda de prensa en la que ha llamado a la “responsabilidad” para llegar a un acuerdo que cierre la puerta a la posibilidad de que haya un regidor independentista.
Para mayor complicación de Colau, Valls ha rechazado cualquier tipo de condición o negociación para llegar a este acuerdo. A cambio de nada, algo que deja a la alcaldesa en una encrucijada.
Colau ha conseguido mantener cierta neutralidad en el clima político catalán, contraria al independentismo pero favorable al referéndum y a una mayor cuota de soberanía. La que ha sido alcaldesa de Barcelona durante los últimos cuatro años ha querido primar el debate social sobre el nacional, algo que le ha costado acusaciones constantes de “equidistante” de ambas partes del conflicto.
Ciudadanos se desmarca de Valls
Ciudadanos se ha desmarcado del anuncio de Manuel Valls de ofrecer su apoyo a Ada Colau (Barcelona en Comú) y a Jaume Collboni (PSC) para evitar que ERC se haga con la Alcaldía de Barcelona.
Los de Albert Rivera solo están dispuestos a negociar “con condiciones” con los socialistas. Nada de hablar con la actual regidora de la ciudad condal. El ex primer ministro se presentó a las elecciones municipales del domingo bajo la marca Barcelona pel Canvi-Cs, una plataforma en la que está Ciudadanos.
“El resultado en Barcelona no nos permite gobernar la ciudad y por tanto estaremos en la oposición”, aseguran fuentes de la formación naranja preguntados por las palabras de Valls. Según el partido, “si hubiera que impedir que haya un alcalde independentista o populista los concejales de Ciudadanos negociarían con un candidato que no sea ni independentista ni populista”.
Dicho esto, el entorno de Rivera sostiene que “a pesar de las diferencias que hay con la candidatura socialista, la opción que reúne esas condiciones es Collboni” y Ciudadanos “está dispuesto a negociar con condiciones” con el socialista para que Barcelona “sea una ciudad abierta y constitucionalista”.
Ciudadanos se desentiende, por tanto, de lo expuesto unos minutos antes por Manuel Valls, que ha tenido la mano a Colau y a Collboni para evitar que la capital catalana tenga un alcalde independentista. Y lo ha hecho sin condiciones ni ninguna negociación.
Este choque podría romper el grupo parlamentario de Barcelona pel Canvi-Cs, ya que de los seis concejales que tiene tres de ellos son miembros de la formación naranja, por lo que se espera que acaten lo ya expuesto.
