Ayuso salva la campaña

Elecciones

Ayuso salva la campaña

Para alegrarnos las crónicas nos queda Isabel Natividad Díaz Ayuso. Una joya de la elocuencia incontinente, cuyas palabras, promesas y afirmaciones no tienen desperdicio.

Isabel Díaz Ayuso

La verdad es que estas elecciones triples del día 26 nos cogen a todos un poco cansados. Son muchas horas escuchando ideas que se quedarán en agua de borrajas y promesas que el tiempo dejará con sus posaderas políticas al aire a sus fantasiosos autores. Todo es normal y lo peor, el sopor; los bostezos… con lo que nos gustaba votar después de tantos años de abstinencia obligada y ahora resulta que nos cansa escuchar lo mismo o parecido aunque con diferentes acentos regionales.

Bien es verdad que coincide un año de especial saturación electoral y, como ocurre con tantas otras cosas, tan malo es lo de más como lo de menos. Además que, para mí, la generación actual de líderes se muestra talentosa y bien formada – ¡casi todos hablan inglés quién lo diría! –, pero puestos a convencernos de sus habilidades resultan pelín aburridos. Siempre hay excepciones, eso también es cierto, y en esta campaña no faltan.

Algunos candidatos “mete patas” por naturaleza han sido protegidos con bozal por los responsables de sus campañas, lo cual es una pena, pero para alegrarnos las crónicas apenas nos queda Isabel Natividad Díaz Ayuso. Una joya de la elocuencia incontinente. Hasta ahora era una política más bien ignorada y desconocida por el común de los votantes, pero de la noche a la mañana ha emergido al primer plano al ser designada por la superioridad – la suya – candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Desde ese momento, las palabras, promesas y afirmaciones de la señora Ayuso no tienen desperdicio. Constituyen el mayor estímulo que se nos brinda para levantarnos sonrientes cada mañana escuchando la radio. Es un genio de la improvisación. Como política está por ver, pero como humorista tiene un futuro brillante por delante. Se destapó asegurando que el no nacido, el futuro bebé, ya debería ser considerado un miembro de la familia, imagino que con DNI obtenido de la primera ecografía del embarazo.

Desde entonces, no ha parado de sorprendernos. A una adversaria le atribuyó su cualidad para asaltar cajeros automáticos y a los vecinos de Las Rozas (Madrid) les atemorizó ante la probabilidad de que cuando regresen de vacaciones, si no es ella la que gobierna, encontrarán su casa entregada por los responsables políticos a los okupas. Bien es cierto que no todo le parece negativo: encuentra positivos los atascos nocturnos de Madrid, promete a los mayores transportes gratis por la ciudad y alrededores y a sus convecinos negociar con Renfe para que puedan viajar por toda España a mitad de precio.

Escucharla deprime un poco a los que no somos madrileños. Madrid es una comunidad que lleva muchos años gobernada por el PP, bien es cierto que algo debe de ir regulín en su gestión cuando en lo que va de legislatura ya ha tenido tres presidentes. Que ella se la sucesora preocupa por su falta de experiencia en administración, por su ignorancia política y, lo peor, porque cuando intenta hablar en serio no sabe lo que dice. Mejor, ya digo, debería dedicarse al humor escénico; sería una bomba.

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