Los bajos tipos y el petróleo barato ‘salvan’ las previsiones económicas del Banco de España

Macroeconomía

Los bajos tipos y el petróleo barato ‘salvan’ las previsiones económicas del Banco de España

El Banco de España mantiene sus previsiones del PIB en un crecimiento de un 2,2% este año, de un 1,9% en 2020 y de un 1,7% en 2021.

Banco de Espana

El Banco de España ha decidido mantener sus previsiones para la economía española, que pasan por un crecimiento del PIB de un 2,2% este año, de un 1,9% en 2020 y de un 1,7% en 2021, después de que el pasado 2018 el crecimiento fuese de un 2,5%. La institución destaca que el deterioro del contexto exterior se verá compensado por un precio del petróleo más bajo del estimado inicialmente y unos tipos de interés que seguirán en mínimos durante más tiempo.

La institución que dirige Pablo Hernández de Cos explica que esta “ausencia de revisiones” se explica “en el corto plazo, porque se compensan entre sí el comportamiento reciente de la actividad, algo más dinámico de lo esperado, con un cierto empeoramiento de las perspectivas de corto plazo como consecuencia del deterioro del contexto exterior”. Más a largo plazo, “la valoración más desfavorable de los mercados exteriores en comparación con el anterior ejercicio de previsión tiende a verse compensada por la revisión a la baja de los precios del petróleo y por las expectativas de que los tipos de interés permanezcan en niveles muy reducidos durante un plazo de tiempo más largo”.

El crecimiento del producto seguirá sustentándose sobre la demanda nacional, cuya aportación positiva al avance del PIB tenderá a moderarse, no obstante, a lo largo del horizonte de previsión. En contraposición, la contribución negativa que actualmente presenta la demanda externa al avance del PIB tendería a moderarse a lo largo del horizonte de proyección.

Por lo que respecta al empleo, el supervisor proyecta una “moderación de su ritmo de avance, tras el notable dinamismo de los últimos años”, en línea con la moderación del crecimiento económico, pero “intensificada” a “corto plazo” por la subida del salario mínimo interprofesional. Aun así, la prolongación del proceso de creación de puestos de trabajo permitirá que continúen observándose reducciones adicionales de la tasa de desempleo, cuya magnitud se verá atenuada, no obstante, por el repunte de la población activa. Las proyecciones actuales contemplan una disminución de la tasa de paro hasta el 12 % al final del horizonte de proyección (2021), cifra similar a la anticipada hace tres meses.

En el caso de la inflación, el Banco de España contempla que, tras elevarse un 1,7% en 2018, su tasa de variación media anual se situaría en el 1,2% en 2019, el 1,5% en 2020 y el 1,6% en 2021, “en un contexto en el que la tendencia alcista del componente subyacente se vería acompañada por una cierta estabilidad de los precios energéticos, tras la caída mostrada en la parte transcurrida de 2019”.

La revisión a la baja de las proyecciones de inflación para 2019, de cuatro décimas, es reflejo, principalmente, de que “la evolución reciente de los precios ha sido menos dinámica de lo anticipado en diciembre, lo que sugiere que la traslación a precios de los aumentos salariales recientes está teniendo lugar de forma más contenida que en el pasado”. A medio plazo las revisiones son más modestas (0,1 puntos porcentuales tanto en 2020 como en 2021).

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