Bank of America avisa de que unas elecciones en España traerían “sorpresas desagradables”

Macroeconomía

Bank of America avisa de que unas elecciones en España traerían “sorpresas desagradables”

El banco estadounidense calcula que la economía podría haber crecido un 0,7% en el cuarto trimestre del año.

Pedro Sánchez

La economía alemana logró esquivar la recesión técnica en el cuarto trimestre, pero aun así registró en 2018 su menor crecimiento (1,5%) en cinco años. La siempre convulsa Italia sí se encuentra en recesión y en Francia es una incógnita saber cómo afectará el movimiento de los ‘chalecos amarillos’ a la economía. Sólo España parece navegar aguas más tranquilas entre los grandes países de la eurozona, pero se presentan “nubes” en el horizonte, entre ellas la irrupción de Vox y el riesgo de unas nuevas elecciones, según alertan los analistas de Bank of America Merrill Lynch Global Research.

El bloque común se enfrenta en general a una desaceleración económica, señalan los expertos del banco de inversión estadounidense, que apuntan que el final del primer trimestre podría ser “el momento más sombrío” para la eurozona. Para entonces los datos de China no habrán necesariamente comenzado a responder a la flexibilización de la política, mientras que el flujo de noticias de EEUU podría ser preocupante. Si ello se suma al riesgo de una salida de Reino Unido sin acuerdo de la Unión Europea, ello “tendría un impacto sustancial en la zona del euro”.

Aunque a partir de finales del segundo trimestre podría darse una recuperación, “seguimos pensando que el BCE tendrá que darnos algunos edulcorantes en marzo”, apuntan los autores del informe. “Sin embargo, un TLTRO de tipo variable y una revisión tímida en la orientación hacia adelante ofrecerían poco apoyo”. Por ello, “si la zona del euro necesita hacer frente a una desaceleración prolongada, creemos que será inevitable una mayor flexibilización fiscal”.

España

“Cada país tiene su propia historia”, señala Bank of America Merrill Lynch, que es un poco más optimista en el caso particular de España, si bien todavía hay algunas “nubes” en el horizonte, entre las que cita el déficit estructural o incluso la irrupción de Vox. El banco estadounidense calcula que la economía podría haber crecido un 0,7% en el cuarto trimestre del año, lo que serviría de trampolín para un crecimiento en 2019 de un 2,3%, en vez del 2,1% que actualmente tiene como previsión. “Lo que es más importante, la estabilización de los precios del petróleo muy por debajo de donde estaban cuando publicamos el último conjunto de pronósticos claramente agrega riesgos al alza a esas cifras, particularmente dada la gran sensibilidad de la economía española a los precios del petróleo”.

“Uno de los principales riesgos a la baja sigue siendo el impacto incierto del gran aumento del salario mínimo que tuvo lugar el 1 de enero”, alerta el banco de inversión estadounidense, que avisa además de que “los principales desafíos permanecen”. “Es probable que el déficit presupuestario no caiga por debajo del 2%”, al tiempo que “algunas de las medidas ya aprobadas para aumentar los ingresos en el Sistema de Seguridad Social probablemente no compensarán el aumento por el lado del gasto”.

Para el servicio de análisis de Bank of America, no sólo “el panorama fiscal a medio plazo sigue siendo preocupante”, sino que “los desarrollos políticos no favorecerán la continuación del ajuste fiscal o el proceso de reforma estructural”. “El parlamento sigue muy fragmentado. El gobierno actual carece de apoyo parlamentario para aprobar un presupuesto para 2019 en este momento. La aparición de un partido de extrema derecha también está complicando aún más la aritmética futura y conduce a una fragmentación aún mayor. Las próximas elecciones podrían generar sorpresas desagradables (y menos favorables para el crecimiento)”, alertan los expertos.

No obstante, los autores del informe recuerdan que “incluso sin unos presupuestos, unas nuevas elecciones no serían necesarias”, ya que las cuentas públicas “se pueden prorrogar”. Bank of America Merrill Lynch considera en todo caso que es improbable que haya elecciones antes del cuarto trimestre de este año. “Mientras el gobierno pueda cumplir algunas de sus promesas, es probable que continúe”, aunque “cualquier proceso parlamentario requeriría el apoyo de los secesionistas catalanes”.

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