La extrema derecha pone la alfombra roja al G20 más regresivo

Geopolítica

La extrema derecha pone la alfombra roja al G20 más regresivo

La victoria de Jair Bolsonaro en las elecciones de Brasil supone el último éxito de la extrema derecha.

G20

La victoria el pasado domingo de Jair Bolsonaro en las elecciones presidenciales de Brasil supuso el último éxito de la extrema derecha en el mundo, que ya gobierna en varios de los países más influyentes del planeta. Esa circunstancia, unida a la presencia de regímenes como el saudí y el chino, hacen del G20 del próximo mes un enclave donde las ideas autoritarias estarán más presente que en ninguna otra ocasión.

Buenos Aires acogerá entre el 26 de noviembre y el 1 de diciembre de este año la próxima edición del G20. A la cita acudirán 19 países y la Unión Europea. Los Estados que forman parte de este club selecto son Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía.

Ocho de esos 19 países, como mínimo, cuentan con gobiernos que suponen una amenaza de distinto grado para los derechos civiles de sus conciudadanos. Los líderes de Arabia Saudí, China, EEUU, Italia (Matteo Salvini), India, Rusia, Turquía y Brasil podrían cumplir con la primera de las acepciones que ofrece la RAE para la palabra ‘autoritarismo’.

«Actitud de quien ejerce con exceso su autoridad o abusa de ella».

Arabia Saudí, China, Rusia, Turquía, India y Estados Unidos (Donald Trump) han defendido, en mayor y menor medida, con hechos tangibles su inclusión en esa definición. La Italia de Matteo Salvini como ministro del Interior ha estirado su autoridad más allá del límite en cuestiones como los refugiados y las minorías étnicas (gitanos) y Brasil, a falta de la investidura de Bolsonaro, ya ha demostrado con la celebración militar la irrupción del nuevo modelo latinoamericano de siempre.

En la India, las ONG denuncian la “agresión” que están recibiendo del Gobierno de Narendra Modi. El jueves, la Dirección de Aplicación de la Ley, organismo que examina delitos económicos, irrumpió en la oficina de Amnistía Internacional y le congeló las cuentas bancarias, obligándola en la práctica a detener su trabajo esencial en favor de los derechos humanos.

Tras haber irrumpido en la oficina de Greenpeace India este mismo mes y congelado al grupo medioambiental las cuentas bancarias, el gobierno indio alega ahora infracciones de la normativa sobre financiación extranjera para cerrar otra destacada ONG.

A juicio de estas ONG, no es más que el último paso del Ejecutivo indio en contra los derechos civiles.

El autoritarismo en Arabia Saudí y China parte desde la misma raíz del régimen político vigente, mientras que en el caso ruso, turco y estadounidense, la regresión en los derechos sociales se asientan sobre los hombros de sus actuales líderes políticos. Vladimir Putin, Donald Trump y Recep Tayyip Erdogan han recibido las denuncias de decenas de organizaciones civiles a lo largo de su carrera política.

A esa lista se podría unir el conservadurismo del gobierno argentino de Mauricio Macri, particularmente señalado, entre otras cuestiones, por su oposición a la reforma sobre el aborto.

Más información