El optimismo del Gobierno italiano sobre el PIB desata aún más dudas sobre el déficit

El optimismo del Gobierno italiano sobre el PIB desata aún más dudas sobre el déficit

El Gobierno italiano augura un crecimiento económico del 1,5% en 2019, seguido de un 1,6% en 2020 y de un 1,4% en 2021.

Aviones bandera Italia

Una semana después de desatar la tormenta en los mercados con sus objetivos de déficit, el Gobierno italiano formado por la alianza de Movimiento Cinco Estrellas y Liga Norte ha hecho públicas por fin las perspectivas económicas en las que se basan los planes presupuestarios. Y todo parece indicar que siembran más dudas de las que despejan.

El Ejecutivo augura un crecimiento económico de un 1,5% en 2019, seguido de un 1,6% en 2020 y de un 1,4% en 2021. Frente a estas cifras, las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI) auguran un crecimiento del PIB del 1,1%, del 0,9% y del 0,8% en los próximos tres años. La media de los economistas consultados por Bloomberg considera que el crecimiento no superará el 1,2% en el período.

En cuanto al déficit, se mantiene la previsión inicial de un 2,4% del PIB para 2019, aunque para 2020 y 2021 las perspectivas se suavizan hasta unos desequilibrios del 2,1% y el 1,8%, respectivamente, tal y como había adelantado la prensa italiana. La deuda se reducirá al 126,7% del PIB en 2020, frente al 130,9% de este año.

Este cuadro macroeconómico se incluye en el Documento de Economía y Finanzas 2018 que ha presentado el Ministerio de Finanzas del país, y que marcará la senda que seguirá la política económica del Gobierno. El documento llegará a la Comisión de Presupuestos de la Cámara de los Diputados en las próximas horas para iniciar su trayectoria parlamentaria.

Los “objetivos de crecimiento son ambiciosos, pero no son poco realistas y podrían superarse”, defiende el ministro de Finanzas, Giovanni Tria, en el prólogo del informe. Los expertos sin embargo no parecen tan convencidos: “Si bien las previsiones del Gobierno siempre caen del lado optimista, este supuesto en particular apunta a un importante deslizamiento fiscal por delante en caso de una desaceleración económica”, señala Axel Botte, estratega de Ostrum Asset Management, a Bloomberg.

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