Socio de Merkel: «La migración es la madre de todos los problemas»

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Socio de Merkel: «La migración es la madre de todos los problemas»

Seehofer expresó su comprensión por las manifestaciones en Chemnitz, tras la muerte de un alemán de 35 años a manos supuestamente de un iraquí.

Horst Seehofer junto a Angela Merkel

El líder de la Unión Cristianosocial (CSU) y ministro de Interior alemán, Horst Seehofer, calificó la cuestión de la migración como «la madre de todos los problemas políticos» en Alemania, en una entrevista publicada hoy en el diario alemán «Rheinische Post».

Al ser preguntado por los malos resultados en las encuestas de intención de voto de la Unión -formada por la CSU y la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel-, el político bávaro lo tiene claro: «Por primera vez tenemos un partido a la derecha de la Unión que podría establecerse a medio plazo, un país dividido y una falta de apoyo a los partidos populares en la sociedad».

En su opinión, esto «no sólo» tiene que ver con la política migratoria. «Sin embargo, el tema de la migración es la madre de todos los problemas políticos de este país. Llevo diciendo eso desde hace tres años», comentó el político conservador. Esto lo confirman muchas encuestas y también lo ve en sus mítines, señaló. Según el líder del partido bávaro, muchas personas asocian ahora sus preocupaciones sociales con la cuestión de la migración.

El tema de los refugiados se ha convertido en el principal punto de fricción dentro de la alianza conservadora de Merkel y estuvo a punto de hacer caer el Gobierno a finales de junio por las exigencias del ministro de Interior a imponer controles en las fronteras y devolver a los inmigrantes que ya hayan sido registrados previamente en otro país de la Unión Europea (UE).

Durante la entrevista, Seehofer también expresó su comprensión por las manifestaciones en Chemnitz, en el este de Alemania, tras la muerte de un alemán de 35 años a manos supuestamente de un iraquí y un sirio, aunque ahora hay dudas sobre su nacionalidad. Las autoridades buscan también a otro iraquí como tercer sospechoso.

Seehofer indicó que el crimen lo indigna y que por lo tanto la condena y el pésame siempre irán en primer plano. «En segundo lugar, entiendo que haya una agitación e indignación en la población por este homicidio. Si no fuera ministro, habría salido a las calles como ciudadano, no junto con los radicales, por supuesto», afirmó.

El crimen generó una ola de manifestaciones ultraderechistas, neonazis y de opositores a la política alemana de refugiados que dieron lugar a ataques contra agentes de Policía, periodistas y extranjeros. Seehofer recordó que hay «tolerancia cero para las fuerzas que utilizan estos incidentes como una ocasión para llamar a la violencia o incluso para usar la violencia, incluso contra la Policía. Esto es completamente inaceptable, no hay duda alguna».

Asimismo, el ministro apuntó que uno de los presuntos culpables de apuñalar al alemán ni siquiera debería haber podido entrar al país. «Si hubiéramos tenido el reglamento por el que fui duramente criticado a principios de verano (boreal), el sospechoso iraquí no habría entrado en el país, ya que había solicitado asilo previamente en Bulgaria en 2016 y podría haber sido rechazado en la frontera», dijo. Estos son los casos que «nos cuestan la confianza de los ciudadanos».

El ministro de Interior se refirió también a las dificultades para negociar una solución para poder conseguir una distribución más equitativa de los inmigrantes dentro de la Unión Europea (UE). Eso es difícil de lograr, señaló. «Tomemos como ejemplo el acuerdo con Italia: por cada refugiado que regresamos a un país, debemos aceptar a otro. Es un juego de suma cero. Crea orden, pero no lo limita», explicó.

Desde 2015 han llegado a Alemania cerca de 1,5 millones de solicitantes de asilo. El año pasado, la mayor economía de Europa concedió asilo o un estatuto de protección diferente a más personas que los otros 27 Estados de la UE juntos. Según Eurostat, alrededor del 60 por ciento de las decisiones positivas en la UE se tomaron en Alemania en 2017.

El domingo 26 de agosto, un joven de 35 años nacido en Chemnitz de padre cubano fue asesinado a primera hora de la madrugada. Otros dos alemanes resultaron gravemente heridos en el ataque con cuchillos.

La detención de los dos sospechosos desencadenó una serie de manifestaciones contra los extranjeros convocadas por la ultraderecha en Chemnitz desde ese mismo domingo. La última el pasado sábado, cuando unas 8.000 personas participaron en la llamada «marcha del silencio» convocada por AfD y por el movimiento islamófobo Pegida.

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