¿Por qué los jóvenes españoles están a la cola de Europa en dejar la casa de sus padres?

Emancipación

¿Por qué los jóvenes españoles están a la cola de Europa en dejar la casa de sus padres?

La edad media de los jóvenes que se emancipan en España se sitúa en los 29 años frente a los 26 de promedio en la UE. Los suecos, los más precoces, se van a los 21.

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Los jóvenes españoles tardan más en abandonar la casa de sus padres que los belgas, los alemanes o los franceses. España está a la cola de Europa en cuanto a emancipación. La edad media de los jóvenes que dejan el ‘nido’ se sitúa en los 29 años frente a los 26 de promedio en la UE, aunque siempre se puede decir que peor están otros. Según los últimos datos de Eurostat, en Italia no se van hasta los 30,1 años, en Eslovaquia hasta los 30,8 y en Malta hasta los 32,2.

Los motivos por los que los españoles retrasan su emancipación son tres: el paro juvenil, la precariedad de los empleos y la escasez de las ayudas públicas para comprar o alquilar una vivienda. Así lo afirman los sociólogos, que también apuntan a razones culturales.

Para Francisco Núñez y Roger Martínez, sociólogos y profesores de los Estudios de Artes y Humanidades de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), todo se debe al desempleo juvenil y a la precariedad laboral que sufre este colectivo. Según recoge esta universidad en un comunicado, Francisco Núñez asegura que a estos dos problemas hay que sumar otra realidad, que es la subida de los precios en el mercado inmobiliario. Todo esto retrasa la opción de irse de casa a los jóvenes.

El salario medio de un joven español de entre 16 y 29 años se situaba en 2017 en poco más de 11.000 euros, según el Consejo de la Juventud de España. Con estos sueldos, afirma este sociólogo, el endeudamiento de un joven para comprarse una vivienda sube hasta el 60 % (en el caso de los menores de 29 años) y superaría el 40 % entre los que tienen entre 30 y 34 años, unas cifras muy superiores a los índices de endeudamiento tolerable, que se sitúan cerca del 30 % del salario neto.

La situación no mejora si la opción pasa por el alquiler, que se ve envuelto en una nueva burbuja que afecta también a otras ciudades europeas como París o Londres. “También aquí se da una gran especulación urbanística y se acaparan las viviendas de los centros históricos, lo que hace desplazar a los jóvenes a las periferias o a las ciudades satélite”, señala.

La escasa cultura de emancipación de los jóvenes del sur de Europa también explicaría, según Núñez, por qué los españoles tardan más en irse de casa que los de otros países europeos. Y es que, en EEUU, por ejemplo, la mayoría de jóvenes dejan el hogar familiar cuando estudian la carrera y difícilmente vuelven ya a él. “Sería extraño para un padre estadounidense tener un hijo en casa con 25 o 30 años, porque lo viviría como un fracaso”, destaca el sociólogo, que explica que en España a la mayoría de padres no les importa tener a los hijos en casa hasta edades tardías.

Por su parte, según recoge la UOC, Roger Martínez sostiene que en España tradicionalmente muchos jóvenes, a la hora de emanciparse, esperaban a reunir el dinero suficiente para pagar la entrada de un piso. “Esto en el norte de Europa no ocurría, porque el paro juvenil ha sido mucho menor y en general han existido más ayudas públicas y mejores condiciones laborales; por lo tanto, la norma social es irse de casa antes: quedarse en casa de los padres una vez superados los 18 o 20 años era visto como una anomalía”, señala.

La existencia de más vivienda pública para jóvenes y más ayudas universales para este colectivo son otros de los motivos, ya que en Reino Unido está el programa ‘Housing Benefit’, que es un subsidio que depende de los ayuntamientos del distrito que ayuda a pagar el alquiler cuando alguien no se lo puede permitir.

“Aquí, desde los años noventa, se han ido realizando pequeñas actuaciones para ayudar a los jóvenes a acceder a la vivienda, tales como algunas promociones públicas y programas para poner alquileres asequibles a disposición de los jóvenes, pero no han sido universales ni han tenido un impacto significativo”, afirma. Sin embargo, Núñez remarca que aumentar las ayudas públicas sería solo un empuje para que los jóvenes abandonen el hogar familiar, pero que son necesarias otras mejoras de calado estructural, tales como sueldos más dignos o la reducción de las cifras de paro.

Los suizos, los más precoces en emanciparse

Mientras que en España los jóvenes no dejan el ‘nido’ hasta los 29 años en otros países se van mucho antes. De esta manera, en Suiza son los más precoces y abandonan la casa familiar a los 21 años. En Dinamarca la media se sitúa en los 21,1; en Luxemburgo en los 21,4; y en Finlandia en los 21,9.

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