“Se encuentra en perfecto estado independientemente de la enfermedad que padece”. De esta manera, la magistrada del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia, que investiga la ‘Operación Erial’, ha rechazado la puesta en libertad de Eduardo Zaplana por razones humanitarias.
La defensa del exministro de José María Aznar había presentado un recurso de reforma contra el auto de prisión alegando que su defendido sufre una “grave enfermedad” (leucemia), por lo que no hay “ningún riesgo objetivo de destrucción de pruebas” ni de fuga. La jueza ha tumbado la argumentación.
Según ha recogido la Cadena SER, la jueza ha recordado que en las vigilancias a las que se ha sometido Zaplana desde el inicio de la investigación en 2015 muestran una vida “muy activa” del hoy encarcelado sin necesidad de uso de mascarillas. La defensa apuntó en su recurso que el exministro presenta un grave riesgo de “sufrir infecciones oportunistas” dado el “cuadro profundo de inmunosupresión”.
No obstante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 8 de Valencia ha aseverado que Zaplana, en numerosas ocasiones, ha solicitado el uso del gimnasio de la cárcel de Picassent en la que se encuentra. Algo que, a su juicio, “evidencia que se encuentra en perfecto estado independientemente de la enfermedad que padece”.
La defensa presentó dos informes médicos, uno de ellos forense, en los que se apuntaban que Zaplana presentaba ese riesgo de infección. Por último, la jueza ha negado el recurso concluyendo que “quien comete presuntamente un delito debe asumir las consecuencias de sus actos siendo él el único responsable”.
