La AIReF atribuye la salida de la crisis al BCE y no a las políticas del Gobierno

Política Fiscal

La AIReF atribuye la salida de la crisis al BCE y no a las políticas del Gobierno

Los problemas de la crisis económica “se arreglaron cuando el BCE dijo que iba a hacer los necesario por salvar el euro”, señala el presidente de la AIReF.

José Luis Escrivá, presidente de la AIReF

El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), José Luis Escrivá, ha señalado que los problemas de la crisis económica «se arreglaron cuando el Banco Central Europeo (BCE) dijo que iba a hacer los necesario por salvar el euro», y no tanto por las políticas gubernamentales aplicadas.

Así lo ha señalado durante su intervención en el ‘Debate sobre Unión Fiscal y Económica’, organizado por Esade, donde ha valorado la intervención del BCE para «romper la dinámica europea», aunque también ha destacado la importancia de algunas políticas monetarias «como en España».

Escrivá ha valorado los avances institucionales que se han producido y se siguen produciendo en la UE a raíz de la crisis y ha recalcado que «si a día de hoy se pasara de nuevo «por episodios muy agudos de liquidez en la Unión Europea, sería el BCE el que volviese a actuar».

Además, ha comentado que hubo un ‘shock financiero’ que generó una «gran debilidad» en los sistemas bancarios, donde ha citado a España e Irlanda, además de problemas de productividad y macro, como Italia, Grecia o Portugal. «En distintos países y en diferentes grados, pero la retroalimentación de estos ‘shocks’ creó una situación realmente perversa», ha añadido.

En este sentido, ha comentado que la credibilidad de los pactos europeos «se socavó» desde un primer momento, mucho antes de la crisis, y ha generado una situación «muy complicada». A este respecto, ha apuntado que ha habido problemas de diseño y gobernanza desde el principio, aunque ha valorado que «se ha avanzado y se ha hecho mucho» en Europa.

Por otro lado, ha indicado que los países del sur de Europa tienen que convencer a los del norte «para que cedan», porque «aunque se diga que todos los países ganan y todos pierden, eso no es así». En este sentido, ha añadido que a países como Alemania u Holanda «no les ha ido nada mal» estar en la zona euro.

Por ello, ha remarcado que hay que establecer estrategias secuenciales para poder diseñar acuerdos entre todos los países, porque hasta que los países del norte de Europa no estén convencidos, «no se van a mover de su posición». En este sentido, ha demandado que se debe ir hacia una Unión Monetaria donde haya una mayor homogenización en el funcionamiento de los mercados, de manera que sea mucho más sostenible.

Además, ha lamentado las oportunidades pérdidas en convencer a los países del norte de Europa en cuanto al tema fiscal, ya que según ha afirmado, «para ellos es muy importante la responsabilidad fiscal y está muy arraigada, una idea que no está muy instaurada en los países del sur». Por ello, «tienen instituciones fuertes e instituciones fiscales independientes»

Banco de España

Por su parte, el jefe de la División de Política Monetaria del Banco de España, Juan Luis Vega, ha destacado la importancia de que los economistas trabajen activamente en el debate de estos temas. A este respecto, ha señalado que las políticas monetarias nacionales deben ser importantes e influyentes para la Unión Europea, donde haya «recursos financieros comunes para hacer frente a los proyectos comunes».

Por otro lado, ha valorado los instrumentos de gestión de la crisis como el Mecanismos Europeo de Estabilidad (MEDE) que dan asistencia financiera a los distintos países de la Unión.

Oficina económica del Gobierno

Asimismo, la directora de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, Eva Valle, ha asegurado que la Unión Europea ha tenido un ‘shock asimétrico’ que «supone la reversión del ‘shock’ positivo» que tuvimos cuando se creó el euro».

Ante esta situación, ha puesto en valor la reacción y las respuestas dadas ante la crisis por parte del Consejo Europeo, entre las que ha destacado la reacción rápida para dotar de un elemento que permitiera tener un mecanismo para solucionar la crisis (MEDE), la mejora de todos los esquemas vinculados y destinados al control fiscal y a los peligros económicos, y la creación de una conciencia de que «si queremos estar mejor, debemos avanzar en la integración de una Unión Bancaria».

Además, ha fijado unos retos, como la creación de un instrumento de estabilización y el avance claro en la optimización de la zona euro, perfeccionando los instrumentos ya disponibles. Por ello, ha concluido diciendo que es «imprescindible» avanzar en la integración, porque «sin una integridad suficiente, el euro está en problemas».

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