Amenazas de querellas, críticas por “postureo”… cuando Garrido no se llevaba tan bien con Ciudadanos

Madrid

Amenazas de querellas, críticas por “postureo”… cuando Garrido no se llevaba tan bien con Ciudadanos

A lo largo de toda la legislatura, el que va a ser presidente de la Comunidad de Madrid ha protagonizado duros choques con Ciudadanos, que va a investirle la próxima semana.

Angel Garrido, portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid

Ciudadanos y el PP parecen haber reconducido la relación en Madrid después de la dimisión de Cristina Cifuentes. La elección de Ángel Garrido como nuevo candidato a presidir la Comunidad de Madrid cuenta con el visto bueno de la formación naranja. Y así lo ha agradecido el que fuera número dos de la dirigente dimitida. De hecho, ha apuntado que la relación con los de Ignacio Aguado “siempre ha sido buena desde el minuto cero”. Sin embargo, la tensión ha sido constante.

A pesar de que Garrido, ahora que será investido gracias a sus votos, ha querido trasladar que la unión entre el PP y Ciudadanos en Madrid ha sido “buena”, las advertencias han estado muy presentes a lo largo de la investidura. Es más, el propio candidato popular llegó incluso a amenazar al portavoz adjunto del partido naranja y portavoz en la comisión de corrupción, César Zafra, con querellarse si forzaba la comparecencia de Cifuentes en ese órgano de trabajo por las actas del Canal de Isabel II.

A vueltas con las actas del Canal

El mismo Garrido, cuando ejercía de portavoz del Ejecutivo madrileño, reclamó la dimisión de Zafra como portavoz de Ciudadanos en la comisión por hacer “trampas”. El popular afirmó que el dirigente naranja abrazó una de las “peores” formas de corrupción: “la mentira”. Antes de que la posibilidad de forzar su comparecencia tomase cuerpo, el portavoz conservador tachó de “postureo” las críticas de la organización que lidera Aguado por pedir las actas del Canal.

“Si se quiere ganar al adversario hay que hacerlo de manera limpia, con política, con argumentos y no con trampas y mentiras, pisoteando los derechos de los parlamentarios”, concluyó Garrido sobre este asunto del Canal. Por último, para cerrar y tras declarar que el pacto de investidura “no corre peligro”, recordó a Aguado que a su candidatura no les votaron “para que le hiciera el juego a la izquierda, ni para que fuera el chico de los recados de la izquierda”.

El cambio de relación por el máster de Cifuentes

Finalmente, Cifuentes nunca compareció en la comisión de corrupción y el enfrentamiento se quedó en un cruce de acusación. No obstante, este conflicto no fue el único que han protagonizado Garrido y Ciudadanos a lo largo de la legislatura. En las últimas semanas, la intensidad del choque ha aumentado ante el estallido del escándalo del máster de Cifuentes.

El futuro presidente madrileño salió en defensa de su antigua líder y anunció que la relación con Ciudadanos, al ver que se sumaba a las denuncias contra Cifuentes por su máster, cambiaría radicalmente. “Les trataremos como un partido más de la oposición”, señaló Garrido tras reprochar que se situasen “en el bloque de la izquierda”.

Cuando la presidenta madrileña contaba por horas su futuro político, el dirigente del PP cambió de estrategia y empezó a reclamar a Ciudadanos que mirase por el bien de Madrid para que “no apoyen un gobierno de izquierda radical”. La dimisión de Cifuentes ha evitado este ‘temor’ que tenía Garrido, que ahora contará con los votos de los diputados naranjas.

El pacto de investidura y el padre de Aguado

En el último verano, la buena relación entre Ciudadanos y el PP de Garrido y Cifuentes vivió sus horas más bajas. Una tensión que se escenificó en la ausencia de la presidenta madrileña en una reunión convocada por Aguado para evaluar el nivel de cumplimiento del pacto de investidura. En las filas populares justificaron esa incomparecencia apuntando que lo “importante es el acuerdo y no la foto”.

En ese momento, la posibilidad de dejar caer a Cifuentes parecía coger fuerza. Mientras tanto, Garrido se encargaba de lanzar recomendaciones a Aguado: “dejarse de fotos y postureo” y que se ponga “a trabajar”. El asunto se dio varias veces por “zanjado” pero la sombra de la Púnica volvió a tocar las relaciones.

Zafra y la presidenta madrileña vivieron un duro enfrentamiento en la comisión donde la popular tenía que dar explicaciones por aparecer en un informe de la UCO sobre el contrato de cafeterías que adjudicó a Arturo Cantoblanco. Y Garrido no quiso ser menos pasando al contraataquecontra el padre del portavoz de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid.

El que era portavoz de la Comunidad de Madrid criticó a Aguado por estar “callado” respecto al contrato del Parlamento madrileño que ganó una empresa de su padre. “Los procedimiento son iguales para todos”, reseñó Garrido. PSOE, Ciudadanos y Podemos cargaron contra este intento de “desviar la atención” del PP en un momento en el que la Guardia Civil sobrevolaba el despacho de Cifuentes.

Granados entra en juego

Por último, la aparición estelar de Francisco Granados para involucrar a la ya exlíder del PP en la financiación irregular del partido en Madrid también ha sido objeto de debate entre las dos formaciones que sacarán adelante la investidura de Garrido.

En este sentido, el protagonista de la próxima sesión de investidura reprochó a toda la oposición que den “pábulo” a las acusaciones de “una persona que acaba de salir de la cárcel y que tiene necesidad de eludir sus responsabilidades”.

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