Pápeles de Bárcenas y caso Gürtel: las ‘sombras’ del nuevo presidente del PP de Madrid

Comunidad de Madrid

Pápeles de Bárcenas y caso Gürtel: las ‘sombras’ del nuevo presidente del PP de Madrid

El nuevo líder del PP de Madrid ya dirigió el PP de Madrid entre 1993 y 2004.

Pío García-Escudero, Mayor Oreja y María Dolores de Cospedal

El popular Pío García Escudero regresa al PP de Madrid, un partido que ya dirigió durante once años, entre 1993 y 2004, momento en el que renunció a la reelección dejando en la Comunidad un frente abierto entre Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre, una batalla que ganaría finalmente la segunda.

Respetado en estos momentos por todas las estructuras del partido y reconocido por su década al frente de los populares madrileños, vuelve al timón del barco en Madrid tras la dimisión de Cristina Cifuentes a raíz del caso del máster en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y la publicación de un vídeo de 2011 donde se la habría pillado hurtando cremas en un supermercado.

Ahora, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha decidido que sea García Escudero el que intente aportar estabilidad a la formación madrileña, que ha durado apenas un año con Cifuentes como presidenta, tras una gestora, tras la marcha de Esperanza Aguirre, que también se vio obligada a dejar el cargo al saltar a la luz el caso Lezo, que afectaba al que fuera su número dos durante años, el expresidente de la Comunidad Ignacio González.

Precisamente Aguirre sustituyó a Pío García Escudero después de una encarnizada batalla previa a un Congreso Regional en 2004, donde la exidirigente autonómica, entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, venció tras la retirada de la candidatura de Manuel Cobo, apoyado entonces por Alberto Ruiz-Gallardón.

Pío García Escudero se retiró, entre otras cuestiones, porque Aguirre era presidenta de la Comunidad de Madrid desde hacía un año y consideraba que no tenía sentido ser dirigente del Gobierno regional y no del partido, un modelo que perduró en el tiempo hasta que dimitió y González ocupó su cargo en el Ejecutivo. Después, Cifuentes también evitó la bicefalia y siguió sus pasos.

Durante años, García Escudero tuvo un papel modesto y no se cuestionó su gestión en partido hasta que saltó una supuesta financiación ilegal del partido a través de la Fundación para el Desarrollo Económico y Social de la Comunidad de Madrid (Fundescam), fundada por el PP madrileño en 2000.

La propia Aguirre aseguró desconocer las cuentas de la misma, cómo funcionaba y aludió entonces al presidente de la Cámara alta por si se quería saber más del tema. «Pregunten a Pío, Pío, Pío», llegó a decir en 2009. Años después, el pasado mes de noviembre, Ignacio González también le situó en el centro del escándalo, recordando que fue el responsable de su constitución.

El propio García Escudero tuvo que declarar en calidad de testigo ante el tribunal de la Audiencia Nacional por el caso Gürtel, donde aseguró que el tema de financiación respondía al área económica del partido, que él se dedicaba al «tema político» y que Fundescam nunca pagó ningún acto electoral. «Era una especie de laboratorio de ideas para trabajar el desarrollo económico de la Comunidad de Madrid», señaló.

El presidente del Senado, que empezó en política de la mano de José María Aznar, también ha sido de los pocos en corroborar documentación recogida en los llamados ‘papeles de Bárcenas’ y admitió en ante el juez haber recibido un préstamo para rehabilitar su vivienda tras sufrir un atentado de ETA, aclarando que ascendió a 24.000 euros y no a 30.000, como se recogía en esta documentación.

Pío García Escudero ha tenido que hacer frente a estos temas estando de presidente en el Senado, cargo que ocupa desde 2011, cuando fue nombrado por Rajoy después de ser portavoz de los populares en esta Cámara en dos ocasiones, la última desde su salida del PP de Madrid hasta las elecciones de hace siete años, cuando la formación recuperó el Gobierno.

No estará solo en esta nueva tarea que le encomienda el partido, pues tendrá de número dos a Juan Carlos Vera, hombre de confianza de Rajoy al que el partido ya recurrió hace dos años cuando tuvo que nombrar una gestora con Cristina Cifuentes al frente. Además, ha organizado varias campañas electorales, como la de la propia Cifuentes, o las de Aguirre en 2003.

Más información