Las familias redoblan su apuesta por los fondos de pensiones privados pese a la baja rentabilidad

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Las familias redoblan su apuesta por los fondos de pensiones privados pese a la baja rentabilidad

Aunque el saldo total de estos fondos se mantiene en máximos históricos, los hogares siguen prefiriendo la seguridad del depósito a pesar de su escaso rendimiento.

Fondos de pensiones

Las familias aportaron más dinero a los fondos de pensiones privados en 2017 pese a las escasas rentabilidades que siguen ofreciendo. Así lo reflejan los flujos financieros acumulados a lo largo del ejercicio pasado por estos fondos, que ascendieron a 556 millones de euros frente al retroceso que experimentaron en 2016 (-258 millones) y en 2015 (-39 millones), según el informe del cuarto trimestre del año 2017 sobre el Ahorro Financiero de las Familias Españolas, elaborado por Inverco en base a los datos publicados por el Banco de España.

De esta manera, el saldo total de los fondos de pensiones se situó en 2017 en 119.518 millones de euros, un nuevo máximo histórico y un 3,3% más que el año anterior. No obstante, los fondos de pensiones siguen sin tener un peso demasiado significativo en el ahorro financiero de las familias ya que suponen un 5,6% del total sin que haya registrado cambios significativos en los últimos años. Su rentabilidad, además, es muy baja como demuestra el último dato publicado por Inverco, correspondiente al primer trimestre, cuando los planes de pensiones del sistema individual cerraron con una rentabilidad media anual del -0,04%.

Teniendo en cuenta el total de los activos financieros de las familias, los depósitos siguen reinando a pesar de que en los últimos años su rendimiento también es muy bajo. No obstante, desde 2008, cuando representaban el 46,8% del total de los activos financieros de los hogares, su peso se ha ido reduciendo hasta el 39,9% en 2017. Por detrás de los depósitos, las familias se decantan por la inversión directa en los mercados de deuda y de valores (27,2%), por los fondos de inversión y sicav (14,6%) y por los seguros (10,9%).

En total, el ritmo de adquisición de activos financieros por parte de las familias alcanzó en 2017 el 2,5% del PIB (al igual que el año anterior), hasta los 29.917 millones de euros, aportando el 60% del incremento del saldo total de activos, mientras que la revalorización de dichos activos por efecto mercado contribuyó en un 40% al crecimiento. Esta cifra se desplomó con el estallido de la crisis desde los 62.000 millones de 2007 hasta los 19.138 millones de 2008. Ahora registra su máximo en nueve años.

En total, la riqueza financiera neta de los hogares ha aumentado un 3,8% en 2017 hasta situarse en 1,37 billones de euros, muy por encima de los niveles previos a la crisis.

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