Tesla, en el punto de mira: ¿será el próximo gran fracaso de Wall Street?

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Tesla, en el punto de mira: ¿será el próximo gran fracaso de Wall Street?

Elon Musk asegura que su compañía empezará a ser rentable este mismo, sin embargo crecen las dudas. Hay incluso quien ve paralelismos con Enron, empresa que protagonizó uno de los mayores escándalos financieros de la historia.

Elon Musk

La presión crece sobre Tesla y su CEO, Elon Musk, después del ‘boom’ bursátil experimentado por el fabricante de coches eléctricos en 2017. Analistas e inversores dudan de la viabilidad económica de la compañía, que sigue sin cumplir sus objetivos de producción de su esperado vehículo Model 3 mientras los gastos aumentan. Algunos creen que agotará su dinero este verano e incluso temen que se convierta en el próximo Enron de Wall Street, la empresa energética que pasó de la gloria a declararse en quiebra tras descubrirse irregularidades en sus cuentas.

La semana pasa pasada, The Economist publicaba un artículo en el que aseguraba que los inversores de Tesla están empezando a ponerse nerviosos por la situación económica de la empresa, que necesitaría necesitará entre 2.500 y 3.000 millones de dólares (entre unos 2.000 y 2.500 millones de euros) para desarrollar el Model 3 al ritmo previsto.

Musk recurrió a Twitter para desmentir esta información y aseguró que la compañía de coches eléctricos empezará a ser rentable en la segunda mitad del año. “The Economist solía ser aburrido aunque con un ingenio malvado. Ahora es solo aburrido. Tesla será rentable y tendrá ‘cash flow’ a partir del tercer y cuatro trimestre, así que no hay necesidad de recaudar dinero”, aseguró en la red social.

Las preocupaciones por el rápido gasto de efectivo de Tesla vienen de lejos. El año pasado, Bloomberg reveló que consumía cerca de medio millón de dólares (algo más de 400.000 euros) cada hora, unos 8.000 dólares (más de 6.000 euros) al minuto.

Según sus últimas cuentas presentadas, la compañía triplicó sus pérdidas el año pasado, hasta cerrar el ejercicio 2017 con un agujero de 2.240 millones de dólares (unos 1.800 millones de euros), frente a los 773 millones (626 millones de euros) registrados en 2016.

Los analistas han empezado a rebajar sus valoraciones sobre la empresa dirigida por Elon Musk, que ha cedido más de un 10% en Bolsa en lo que va de año. Además, hace unas semanas, la agencia Moody’s decidió rebajar la nota a su deuda a niveles de ‘B3’, a un solo escalón de caer a niveles de ‘C’, la calificación reservada a las empresas con el más elevado riesgo de crédito y avanzó que era probable que Tesla tuviera que llevar a cabo una gran ampliación de capital a corto plazo para reembolsar las obligaciones que vencen y evitar un déficit de liquidez. Según la firma de calificación, su actual posición de caja es insuficiente para hacer frente a sus necesidades.

Hay incluso quien va más allá, Harris Kupperman, de Praetorian Capital, compara a Tesla con uno de los mayores fracasos del centro neurálgico de las finanzas estadounidenses: Enron. Esta compañía energética protagonizó a principios de los 2000 un gran escándalo y pasó de alzarse como la séptima mayor compañía de EEUU a la bancarrota. Poco después de asegurar que sus cuentas iban viento en popa, Enron declaró perdidas de unos 600 millones en el tercer trimestre de 2001, por lo que el regulador del mercado empezó a investigar y descubrió que el agujero era mayor al anunciado. La compañía acabó declarando en diciembre de ese año la mayor quiebra empresarial registrada hasta entonces en el país y responsables de la empresa y su auditora fueron declarados culpables de fraude y engaño.

En su argumentación, recogida por MarketWatch, Kupperman recuerda que Tesla no ha cumplido ninguno de sus objetivos, y que ya aseguró que sería rentable en 2016 y 2017. Antes de Kupperman, el famoso vendedor de cortos Jim Chanos ya había apuntado al paralelismo con Enron.

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