Trump contra Amazon: quiere que asuma más carga fiscal por ‘matar’ las tiendas físicas

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Trump contra Amazon: quiere que asuma más carga fiscal por ‘matar’ las tiendas físicas

Según unas informaciones publicadas en EEUU, el mandatario está buscando una fórmula para atra en corto al gigante del comercio 'online'.

Donald Trump, presidente de EEUU

La “obsesión” de Donald Trump con Amazon no es ninguna novedad: ya desde su campaña electoral cargaba contra el fundador y CEO de la compañía, Jeff Bezos, también propietario de The Washington Post, al que acusaba de usar este periódico como “herramienta de poder político” para evitar que Washington sometiera al gigante del comercio ‘online’ a la elevada factura fiscal que, en opinión del magnate republicano, se merece. Tras más de un año en la Casa Blanca, la amenaza de más impuestos para la plataforma podría estar cerca de convertirse en realidad.

Según publica Axios, un medio digital fundado por un grupo de periodistas destacados en el ámbito político estadounidense, el presidente del país norteamericano se plantea endurecer el marco fiscal a Amazon por el temor a que los pequeños comercios desaparezcan ‘engullidos’ por el poder del ‘rey’ del ‘e-commerce’, que está expandiendo su negocio a nuevos sectores como la distribución de medicamentos o la logística.

“Se preguntó en voz alta si podría haber alguna forma de ir tras Amazon mediante la ley antimonopolio o de competencia”, ha revelado al citado medio una fuente cercana al mandatario. Las informaciones de Axios, que ha hablado con otras cuatro fuentes que también han discutido con Trump sobre este tema, aseguran que detrás de los planes del presidente están sus “adinerados amigos”, que le comentan que Amazon está destruyendo sus negocios.

Tanto Trump como sus allegados consideran que la compañía que dirige Bezos está “matando centros comerciales y todo tipo de tiendas físicas” mientras disfruta de unas condiciones fiscales ventajosas frente a estos negocios.

Las informaciones han golpeado la cotización de Amazon, que llegó a desplomarse un 5% tras el toque de campana en Wall Street, perdiendo 40.000 millones de dólares (más de 32.000 millones de euros) de capitalización bursátil en tan solo unos minutos.

El presidente de EEUU ya había dejado caer posibles cambios en materia fiscal para Amazon en unos de sus ‘tuits incendiarios’ publicado el pasado agosto: “Amazon está haciendo gran daño para los minoristas que pagan impuestos. Pueblos, ciudades y Estados a lo largo de los EEUU están siendo perjudicados, ¡se pierden muchos empleos!”, comentaba el mandatario en la red social de ‘microblogging’.

Poco antes, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, insinuó que la administración Trump podría poner en marcha “una posición” en la política de recaudación de impuestos de Amazon. “Es un tema que hemos estado examinando con mucho cuidado dentro de la administración, y esperamos anunciar con una posición en breve”, aseguró al respecto.

El gigante del comercio ‘online’ está en el punto de mira tanto a uno como a otro lado del charco por el pago de impuestos, pero también por las condiciones laborales de sus trabajadores, que se quejan de un excesivo control. En España, el mayor centro logístico de Amazon en España, ubicado en la localidad madrileña de San Fernando de Henares, convocó una huelga de 48 horas la semana pasada por la negativa de la compañía de negociar la reedición del convenio propio de la planta, según los sindicatos.

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