El plan de fiscalizaciones para 2018 del Tribunal del Cuentas incluye un organismo novedoso al que analizar: la Iglesia católica. Según adelanta Cadena Ser, el pleno del fiscalizador ha dado hoy luz verde a incluirla, junto al resto de confesiones religiosas, entre el resto de organizaciones auditadas.
La votación por unanimidad de los consejeros hará que no sólo se analice el 0,7% del IRPF que la Iglesia recibe por la casilla en la declaración de la renta, que era la propuesta de PSOE y Unidos Podemos en el Congreso. Esta iniciativa fue rechazada con los votos del PP. Pero desde ahora, en cambio, el Tribunal de Cuentas abarcará cualquier ingreso y gasto de las cuentas de la Iglesia católica y del resto de confesiones.
Literalmente, el tribunal ha aprobado la fiscalizaciones de las actuaciones desarrolladas por la AEG en materia de cooperaciones económica con las confesiones religiosas a través de los programas de ingresos y gastos de los Presupuestos Generales del Estado. Comenzará a realizarse en 2018 y partirá desde el ejercicio de 2017.
Esta votación en el pleno del Tribunal de Cuentas venía rechazándose por los votos de los consejeros populares, la última vez en diciembre de 2016. Y el resto de intentos para que se estudien y se publiquen las millonarias cuentas de la Iglesia no han hecho sino fracasar.
