Indra arranca la sesión de este viernes con una caída superior al 3% tras cerrar ayer con un desplome del 5,1%, después de presentar su plan estratégico hasta 2020 y sus estimaciones financieras.
La multinacional tecnológica prevé generar un flujo de caja libre de entre 550 y 650 millones de euros entre 2018 y 2020, suma que se destinará a financiar el crecimiento, a reducir el apalancamiento financiero y retomar la política de dividendos.
Espera un crecimiento medio anual de su beneficio neto de Ebit superior al 10% y avance anual medio de los ingresos también de hasta un 10%. Pese a la mejora de la facturación y la recuperación de la retribución a los accionistas, los inversores dan la espalda al plan de la compañía. A primera hora de esta mañana pone en riesgo los 11 euros por acción.