El entorno de Trump, Isabel II o Xavier Trías: así es la nueva filtración sobre paraísos fiscales

Evasión fiscal

El entorno de Trump, Isabel II o Xavier Trías: así es la nueva filtración sobre paraísos fiscales

Tras un año de análisis de millones de documentos procedentes de dos bufetes, el ICIJ revela nuevos nombres y empresas que usan herramientas para ocultar su patrimonio al fisco.

Donald Trump, presidente de EEUU

Una nueva filtración masiva desde dos despachos de servicios ‘offshore’, en Bermudas y Singapur, ha generado la segunda macro investigación en solo dos años sobre cómo miembros de la élite política, empresarial y hasta rostros de la cultura mantienen esquemas societarios para eludir el pago de impuestos. El entorno de Donald Trump, la reina de Inglaterra, el recaudador de la campaña del presidente canadiense Justin Trudeau o Xavier Trías, portavoz de PDeCAT en el Parlament catalán, son algunos de los primeros rostros salpicados por la filtración.

Bajo el nombre “Paradise Papers” (Los Papeles del Paraíso), el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) lleva un año desentrañando la información de 13,4 millones de documentos de los bufetes de abogados Appleby y Asiaciti Trust. “Si Mossack Fonseca era el bar de la esquina, Appleby es un restaurante con tres estrellas Michelin”, explica El Confidencial, miembro del consorcio en España junto a La Sexta, para transmitir la importancia de esta nueva filtración.

A los archivos de ambos bufetes se suman los registros mercantiles de 19 jurisdicciones opacas que desvelan la ocultación de patrimonio y el traslado de grandes sumas de dinero de mano de grandes fortunas y empresas para ocultar sus beneficios a ojos de los sistemas fiscales de sus países. Además de los nombres antes citados, empresas multinacionales de la talla de Apple o Nike también aparecen en la investigación. Los papeles evidencian cómo Nike percibe los derechos de su logo prácticamente libres de impuestos a través de las estrategias de ‘trust’ y gestión de fondos que ofrece el bufete Appleby en Bermudas.

También salpican al líder del grupo U2, Bono, Madonna, o al español José María Cano, miembro del desaparecido grupo Mecano.

Entre la clase política mundial destacan el secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross, por sus conexiones con empresas rusas relacionadas con el Kremlin. En el caso de una empresa naviera que controlaba en su totalidad, mantuvo parte de su inversión al tomar posesión en el Ejecutivo estadounidense. Tal empresa mantiene como principal cliente a otra sociedad del empresario Kirill Shalamov, cercano al Kremlin y casado con una hija de Vladimir Putin, presidente ruso.

No es el único problema para Trump: su yerno y consejero en la Casa Blanca, Jared Kushner, también tiene esquemas societarios en paraísos fiscales según esta investigación. Un importante empresario tecnológico ruso invirtió en la empresa tecnológica Cadre, fundada por Kushner y su hermano y dedicada a servir de punto de encuentro de inversores financieros.

La reina Isabel II, por su parte, invirtió 10 millones de libras (unos 7,5 millones de euros) de su fortuna personal en dos fondos de inversión de las Islas Caimán y Bermudas. Usó para ello al Ducado de Lancaster, y desde su entorno se defiende que la reina no tiene obligación de explicar dónde invierte su patrimonio privado, teniendo en cuenta que la filtración no puede constatar que haya algo ilegal en los movimientos financieros de la monarca.

En las primeras información es también aparecen el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el secretario de Estado Rex Tillerson, el recaudador de la campaña del presidente canadiense Justin Trudeau y muchos otros nombres ligados a la política de Siria, Jordania, Nigeria, Indonesia, India o Reino Unido, entre otros.

En el caso de España, destaca la aparición del nombre de Xavier Trías, portavoz del PDeCAT en el Parlament de Catalunya y exalcalde de Barcelona, cuyo nombre figura junto al de sus once hermanos como beneficiario vehículo ‘offshore’ que presuntamente ocultaba dinero en Suiza durante parte de su carrera política.

Los más pobres pierden 85.000 millones anuales

“Constituir una sociedad offshore no tiene porqué ser ilegal, todo depende del uso que se hace de ellas. Paradise Papers revela detalles de estos sofisticados esquemas a la carta que se siguen diseñando para grandes empresas y grandes fortunas a través de paraísos fiscales y por los que se escapan claramente miles de millones”, explica ho Oxfam Intermon en un comunicado como reactivo a la filtración.

La ONG critica que “este nuevo escándalo nos vuelve a recordar que no ha habido voluntad política suficiente tanto en el ámbito internacional como en el nacional para frenar esta lacra”. Defiende que la acción política internacional ha sido “tibia e insuficiente”, y no ha conseguido poner un candado legislativo a todos los agujeros por los que estos territorios siguen jugando un papel tan corrosivo. Hemos visto grandes discursos, pero reformas insuficientes”.

La plataforma, muy centrada en los efectos de la evasión fiscal sobre la pobreza y la desigualdad a escala planetaria, exige a los líderes políticos anteponer los intereses de la ciudadanía “a los de las grandes corporaciones y los súper ricos si realmente quieren acabar con los escándalos fiscales como este”.

“Paradise Papers nos trae una vez más evidencias explícitas de los juegos fiscales de grandes empresas y conocidas personalidades ante una acción internacional insuficiente y lenta”. Recuerda que estas fugas se traducen automáticamente en menos recursos y menos inversión en políticas públicas enfocadas en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, como garantizar el acceso a la sanidad, la educación así como a políticas de cooperación al desarrollo.

Según los cálculos de los sucesivos informes sobre paraísos fiscales que viene realizando la ONG, los países más pobres pierden al menos 85.000 millones de euros al año por la utilización de los paraísos fiscales por grandes empresas. “Esta cantidad sería más que suficiente para proporcionar educación a los 124 millones de niños y niñas que están actualmente sin escolarizar, y para costear la atención sanitaria que podría salvar la vida de seis millones de niños”.

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