Irma, la muy malvada y terrorífica

Cuba

Irma, la muy malvada y terrorífica

Muy temprano aun para la fatal factura que le ha pasado a Cuba justo en momentos en que se acercan los compromisos financieros con el Club de París.

Huracán Irma

Cual fémina perversa y engañadora, tal como aparecía en los culebrones de los años 50, el huracán Irma, de máxima intensidad, penetró coqueta en la isla, recorrió sin muchos sobresaltos la costa norte de las provincias orientales, dejando caer a su paso la necesaria lluvia para los sedientos embalses, y al llegar a los cayos desplegó una fortaleza destructiva digna de su magnitud.

Tal parece, si es que estos meteoros fueran capaces de pensar para burlarse de la inteligencia humana, que la cayería norte, de gran influencia en el desarrollo turístico, era su objetivo devastador. Después de Varadero y la propia Habana, resulta el tercer polo más solicitado por el turismo internacional.

Muy temprano aun para la fatal factura que le ha pasado a Cuba justo en momentos en que se acercan los compromisos financieros con el Club de París. A las empresas extranjeras importadoras se les está pidiendo a diestra y siniestra insumos para la construcción sin una no muy clara forma de pago.

Entretanto, las autoridades cubanas anunciaron anoche un grupo de facilidades a la población afectada para la adquisición de materiales a mitad de precio oficial para la reparación de las viviendas, así como otros beneficios de cara a los bancos en cuanto a préstamos y otras modalidades.

A la capital de la isla tuvo a mal en dispensarle una penetración del mar con fuertes inundaciones costeras, en una vieja cuenta de la naturaleza por recuperar los espacios que una vez el hombre le robó al mar: el Malecón habanero. Irma nunca visitó La Habana. A la altura de Varadero tomó rumbo norte. De no haberlo hecho, todavía a estas alturas estuviéramos en algo lo más parecido a un estado de sitio o emergencia nacional en la capital.

Más de millón y medio de personas fueron evacuadas casi en un 80% a viviendas privadas con mejores condiciones constructivas. Según reporte oficial ocurrieron diez muertes.

Irma, un demonio disfrazado de mujer. Y se acerca otro, como el aquello del par de tazas. Se llama María, que de tormenta tropical, pasó a huracán y amenaza al Caribe oriental en una historia muy parecida a la de Irma.

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