Asistentes eléctricos de movilidad urbana para la «última milla»

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Asistentes eléctricos de movilidad urbana para la «última milla»

Carr-E

El Carr-E es el resultado del concurso de ideas e innovaciones que impulsa Ford para sus empleados en todo el mundo. El alemán Kilian Vas no es una persona poco deportiva y mucho menos perezosa. Sin embargo, al ingeniero de sistemas no le gusta caminar por el centro de la ciudad o cargar las compras de supermercado. Es por eso que desarrolló el Carr-E, un asistente eléctrico de cuatro ruedas capaz de transportar a personas y cargas pesadas en situaciones complejas de movilidad urbana.
 
Según el innovador alemán, el Carr-E está destinado para ayudar a los conductores a moverse más fácilmente por zonas de la ciudad donde no pueden circular los autos, pero también se puede adaptar en oficinas y otras instalaciones.
 
El Carr-E es el resultado del concurso de ideas e innovaciones que impulsa Ford para sus empleados en todo el mundo. El dispositivo no es mucho más grande que una llanta, sirve para el propio desplazamiento o como transportador de carga, explica Vas, que desarrolló este asistente eléctrico en la sede de la automotriz estadounidense en la ciudad alemana de Colonia.
 
El Carr-E puede parecer un artículo superfluo para una sociedad que vive en la abundancia. Pero para Vas tiene un significado más profundo.
 
«Las ciudades son cada vez más grandes, están cada vez más pobladas y es cada vez más difícil llegar al destino en coche», señala. «Sobre todo si las autoridades, como ya se está viendo en muchas ciudades, limitan el acceso a determinadas zonas en el centro, o incluso lo prohiben totalmente», agrega.
 
Entonces se necesitan tecnologías alternativas para que personas de más edad, con discapacidad o incluso los perezosos puedan llegar a su destino, asegura el ingeniero, que espera lanzar pronto una producción en serie.
 
El tramo final de los desplazamientos, la llamada «última milla», es un tema que ya hace un tiempo está en la mira de casi todos los fabricantes de automóviles.
 
Prácticamente no se presentó un proyecto en el último tiempo que no tuviera incorporado en el maletero del auto un monociclo o patinetes eléctricos (Hoverboard o Segway) para recorrer distancias cortas entre la casa o el trabajo hacia otro destino.
 
Inicialmente solo parecía un dispositivo divertido, pero ahora las grandes marcas se lo han tomado en serio.
 
Más que el sector del automóvil, es la industria del transporte la que se ocupa del tema de la última milla. A medida que crecen las ventas online aumenta también el número de paquetes que deben ser entregados. El flujo de mercancías por correo aumentará dramáticamente en los próximos años, afirma Stefan Maurer, encargado de estrategias de Daimler.
 
El comercio electrónico está en auge y actualmente se entregan más de siete millones de paquetes por día, mientras que el correo reporta que cada año el volumen de entregas aumenta entre cinco a siete por ciento. Maurer calcula que para el año 2018 se duplicará esta cifra.
 
«Para que las ciudades no se ahoguen con la marea de paquetes y se asfixien con los gases de los camiones de transporte necesitamos nuevas furgonetas y nuevos conceptos de logística», advierte el experto en automoción Klaus Schmitz, de la consultoría de gestión Arthur D. Little.
 
Mientras Smart y Volvo programan sus autos para que se conviertan en un centro de recepción de paquetes y los carteros puedan depositar la mercadería directamente en el auto del destinatario, Mercedes ha emprendido otro camino. La «Vision Van» está equipada con un sistema de control automático que acelera la carga y evita confusiones y luego, en el área de destino, lanza una serie de drones y robots autónomos para distribuir los paquetes.
 
Esto no es una utopía, sostiene la portavoz de la marca alemana, Katja Bott. A finales de este año Mercedes tiene previsto realizar los primeros ensayos con los robots de paquetes.

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