Uno sobre acción social

Transiciones

Uno sobre acción social

Política transicional

El interés es el de replantear y desarrollar aún más las ideas sobre el “qué hacer” leniniano en el momento actual venezolano. Releo a Gramsci, sobre el bloque histórico y la hegemonía. Lo hago con las lecturas de Ozbekhan sobre una teoría de la estrategia en la memoria. El interés es el de replantear y desarrollar aún más las ideas sobre el “qué hacer” leniniano en el momento actual venezolano. Buena falta que hace. No por muchas veces dichas, las propuestas realmente válidas para la específica situación nacional venezolana son las que orientan la acción.
 
Esto último no es asunto de desmemoria o ignorancia. Es de intereses. Y de dominio mediático y político a su favor. La MUD venezolana tiene un manejo errado, para los fines libertarios y de éxito nacional, tal como valorado en el mundo actual. Pero, es el manejo de opinión dominante. Las almas inocentes (y los beneficiarios del sistema) repiten y repiten que la fulana confluencia partidista está haciendo lo correcto y que va por un camino exitoso. Y no es verdad. Ni para salir de la tragedia actual, ni para crear futuros.
 
La literatura experta en transiciones a la democracia plantea, con cifras, cómo un muy bajo porcentaje de casos como el venezolano (totalitarismo con elecciones) se resuelve satisfactoriamente por la vía electoral. Y que solo lo hacen aquellas iniciativas democráticas que han tenido una apropiada lucha política, más allá de lo electoral. Ése no es el caso del partidismo que se ha apropiado de la lucha democrática venezolana.
 
“Qué hacer” se preguntó Lenin en la primera década del siglo pasado. Se lo planteó para la lucha. Y lo respondió bien, porque un poco más de diez años después le ganó la partida a un viejo absolutismo. Organización, movilización (agitación) y difusión (publicidad) fue su fórmula para la lucha contra el régimen zarista. Y lo derrotó.
 
Gramsci, por su lado, retrató lo que, con independencia de contenidos, hace que el que vence un régimen  pueda transformarlo efectivamente. Quítele al teórico italiano todo “olor” marxista y se encontrará con un muy lúcido pensador acerca del cambio revolucionario. Y Venezuela, mis amigos lectores, necesita, de verdad, verdad -como decimos los venezolanos- un auténtico cambio con esas características. Lo digo fuerte: el cambio exigido en nuestro país debe ser revolucionario.
 
Lo que está planteado en Venezuela no es un “¡quítate tú, para ponerme yo!”, sino un gran revolcón a la historia cupular y rentista que nos tiene dónde estamos. En lo político y económico mandan “cogollos” y “chupa rentas”. Y eso hay que erradicarlo.
 
Para, ello, Gramsci mediante, un nuevo “bloque histórico” (una confluencia de sectores diversos, dotada de un “proyecto”) que implante una nueva hegemonía, revolucionaria en el cambio hacia nuevos valores, conceptos, objetivos y resultados. ¡Ah! A favor de la democracia republicana y la plena potencialidad del mercado, para conjurar cualquier sombra de dudas sobre lo que proponemos.
 
Esa lucha y ese nuevo país deben ser, hoy, objeto de una rigurosa formulación por la política democrática. Todo lo que se haga hoy debe estar montado sobre unos resultados esperados, a diversos plazos. Y lo que efectivamente se logre al largo plazo depende de cómo se actúe ahora.
 
Los estudios transitológicos permiten conocer –caso chino, por ejemplo, de una exitosísima transición económica- que se es más exitoso mientras más claros se tienen el fin buscado y los medios apropiados para ello. Eso lo hemos trabajado extensamente.
 
Porque la MUD no tiene proyecto de país. Y lo que dice es de una pobreza escandalosa. Nosotros proponemos una metáfora concreta, como idea-fuerza para el futuro: una Transición a la Democracia y el Mercado, cuyo propósito y contenidos han estado en estos espacios. Organizarse, movilizar y difundir para la lucha y la conquista de futuros, vía un nuevo bloque social –poco que ver con el pasado- hambriento de gobierno, para el logro permanente de un país plenamente exitoso en lo político y lo económico.
 
Santiago José Guevara García
Valencia, Venezuela
[email protected] / @SJGuevaraG1

Más información