Ahora y no después. El pasado año viajaron a la isla 95 279 visitantes. No son pocos los españoles que digan ante una grabadora o frente a una cámara que en Cuba se “sienten como en la propia casa”. Y no se trata de que se hayan puesto de acuerdo para confirmarlo artistas, empresarios, profesionales, militares en retiro, aventureros, maratonistas y cazadores de amores, entre otros, sino que además del carácter del cubano –y he aquí lo que más impresiona después de la visita según estudios realizados por especialistas del Ministerio del Turismo– no hay rincón de la isla que no les traiga semejanzas del sitio donde nacieron. Es que de otra manera no puede ser dada la “juntamenta” que tuvimos y tenemos, como decía la abuela.
Tal vez sean los soldados españoles los únicos de este mundo donde una vez finalizada aquella contienda de finales del siglo XIX muchos optaron por no regresar a casa para hacer familia e intentar levantar fortuna.
Los que conocen La Habana lo saben. Aquí hay huellas y rutas por donde transitar en busca de recuerdos acompañados casi siempre con alguna que otra anécdota de cuando se enfrentaron lo mismo con la casera donde estaban rentados, con el maletero del hotel o con ese vivaracho moreno que conducía un viejo Cheverolet del año 54 para pasear por la ciudad o visitar sitios que no aparecen en las guías turísticas.
En los últimos años, a partir de que Fidel Castro dejara el poder y asumiera su hermano Raúl las riendas de la isla con su paquete de reformas aún sin terminar, la tendencia de algunos españoles es visitar Cuba ahora antes de que cambie. Riesgosa apuesta que precisa no mucho dinero y sí una larga, pero que muy larga vida para poder apreciar el cambio que ellos suponen.
Una de las grandes ferias de turismo en Europa, la española Fitur, acaba de concluir en Madrid. Gran esfuerzo, sin duda alguna, el de nuestros vendedores de imagen para atraer a turistas que se agradecen porque los hay –y no se precisa mencionar países- que lo mejor es que se queden en casa por el rosario de problemas que le ocasionan hasta al payaso del circo nacional. Manuel Marrero, titular del Mintur, presente en la cita, recordó que quienes se establecieron en la isla bajo el embargo o bloqueo estadounidense, tendrían prioridad cuando este se levantase y Hoteles Meliá, con un cuarto de siglo en nuestras playas y ciudades con 27 establecimientos, levantó la mano.
España prosigue como uno de los mercados más importantes para Cuba luego de canadienses y alemanes. Y según las cuentas del Ministerio de Turismo parece que va en ascenso. En 2014, 70 584, y en 2015 pues nada menos que 95 279. He ahí tal vez la razón por la que Iberia haya decidido volar diariamente a partir de junio.
A Cuba hay que venir ya. Dejar al tiempo esos cambios de la noche al día y sí tener en cuenta a esa avalancha gringa que presagia millón y medio por año sin infraestructura que soporte la paliza ni almacén de puros habanos que garantice a maso por cabeza, que eso sí que es un cambio importante al doblar de la esquina.
