BlaBlaCar y Uber no son las únicas: las otras plataformas de consumo colaborativo

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BlaBlaCar y Uber no son las únicas: las otras plataformas de consumo colaborativo

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En España hay una larga lista de webs y aplicaciones que buscan ahorrar unos euros a los consumidores compartiendo gastos. Las polémicas que BlaBlaCar y Uber han generado entre el sector del transporte han popularizado los servicios de consumo colaborativo, pero estas dos plataformas no son las únicas. Hay una larga lista en España, desde las que buscan ahorrar unos euros para comer, viajar, trabajar e incluso para facilitar préstamos entre particulares.

BlaBlaCar tiene varios competidores como Amovens, que también pone en contacto a conductores y pasajeros que se dirigen al mismo destino para compartir gastos. En este caso, el servicio está orientado especialmente a eventos y festivales, así como a universitarios y trabajadores del mismo centro de estudios o empresa. Aunque puede que el gran rival de BlaBlaCar sea Carpooling la mayor red de viajes en coche compartido por Europa, que también está en nuestro país.

Por su parte, SocialCar facilita el alquiler de coches entre particulares. Los usuarios pueden arrendar su vehículo para sacarse un dinero aprovechando el tiempo en el que no los utilizan y permanecen aparcados. También se puede alquilar o compartir una plaza de aparcamiento mediante Parkinghood. Este servicio pone en contacto a propietarios que quieren alquilar un sitio para aparcar y aquellos conductores que necesitan uno.

Si lo que queremos es ahorrarnos dinero en el trayecto en taxi por ciudad, no solo está Uber. Hay una forma más sencilla: compartir el viaje con otro. JoinUpTaxi te ayuda a buscar un compañero de trayecto con el que compartir la tarifa que cobra el taxista.

Lo mismo ocurre con el tren. Compartetren.com une a personas que quieren pagar menos en el viaje del AVE gracias a la ‘Tarifa Mesa’, que resulta mucho más barata que un asiento normal. De esta manera podrás conocer previamente a tu compañero de al lado o a los de enfrente.

Pero el consumo colaborativo no se queda tan solo en el transporte. Es muy popular también Airbnb, una plataforma para el alojamiento temporal entre particulares. Puedes alquilar un apartamento o espacio cuando viajas a un lugar de forma más barata. O arrendar tu hogar cuando estés fuera. Otros servicios similares son CasaPorDías o AlterKeys.

Además, se puede también intercambiar casas. Un ‘Tú a Boston y yo a California’ del alojamiento para disfrutar de las vacaciones de forma económica. Knok o IntercambioDeCasas son algunas de las páginas que facilitan esta particular manera de hacer turismo.

En el terreno empresarial, se ha puesto de moda el ‘coworking’, empresas y autónomos que comparten el lugar de trabajo para pagar menos por el alquiler de la oficina. CoworkingSpain es una de las webs más destacadas. Mientras que en el ámbito financiero, Comunitae facilita préstamos entre particulares.

Los amantes de la gastronomía han puesto de moda iniciativas para ir a comer a casa de gente, o para invitar a unos cuantos comensales a probar su comida para comprobar si es un buen cocinero. Es el caso, por ejemplo, de SocialEaters. Para los expertos culinarios más generosos, con CompartirPlato se puede compartir la comida con el vecindario.

En definitiva, a pesar de quejas, denuncias o amenazas de regulación, el consumo colaborativo es un modelo de negocio que parece no tener fin. Las nuevas tecnologías han abierto un nuevo universo a aquellos que están dispuestos a compartir.

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