El New York Times lleva a su portada el golpe a las renovables en España

Energía

El New York Times lleva a su portada el golpe a las renovables en España

Paneles solares

El New York Times considera que la reforma energética del Gobierno le resta credibilidad de cara a captar futuros inversores. El New York Times se hace eco de la difícil situación a la que se enfrentan los pequeños productores de energía solar tras el “abrupto” cambio de rumbo del Gobierno, que, además, le resta credibilidad de cara a captar futuros inversores.

Miles de inversores de energía solar, tanto grandes como pequeños, se enfrentan a la insolvencia, según avisa el prestigioso diario neoyorquino en un amplio reportaje publicado el pasado día dos de enero y que llevó en portada en su edición europea. El NYT apunta además a que igual de preocupante puede resultar que las nuevas cargas sobre los autoproductores puede desencadenar una carrera entre los propietarios de los paneles solares para encontrar formas de vender o utilizar su electricidad sin depender de la red eléctrica nacional en absoluto, lo que reducirá aún más la base de clientes.

Tampoco es probable que el abrupto cambio de sentido del Gobierno español vaya a ir bien para los futuros inversores, señalan los expertos consultados por el NYT. “Cuando un gobierno cambia los términos de los contratos existentes, se trata de un mal movimiento”, señala al diario Toby Couture, un consultor de energía solar de E3 Analytics en Berlín, que cree que el Ejecutivo de Mariano Rajoy va a tener problemas cuando quiera desarrollar asociaciones público-privadas para financiar plantas de tratamiento de agua, carreteras u oleoductos, por ejemplo.

“Hay razones por las que vivimos por reglas de contrato”, destaca. “Si cambias las reglas del juego después de un tiempo, tus amigos no quieren jugar. El Gobierno ha perdido credibilidad”, sentencia.

España tiene buenas razones para acometer una reforma energética, destaca el rotativo, que se hace eco del déficit de unos 30.000 millones de euros por no haber traspasado durante años los costes de la producción de la electricidad a los consumidores. Sin embargo, la norma trae recortes tan drásticos como la reducción de los pagos a los casi 60.000 productores de energía solar, 50.000 de los cuales son pequeños inversores.

Por lo pronto, apunta el New York Times, muchos de estos inversores ya han comenzado a acudir a los tribunales. Sus abogados defienden que la ley original garantiza específicamente una tarifa de 58 céntimos por cada kilovatio- hora para los próximos 25 años y el 80% de eso durante los años siguientes. Asimismo, apuntan a que la norma establecía que cualquier cambio futuro podría afectar sólo a nuevas instalaciones.

“La ley fue redactada de una manera muy segura”, señala al diario Piet Holtrop, un abogado de Barcelona en representación de cerca de 1.200 inversores, que van desde particulares a pequeños ayuntamientos. Mientras, varios grandes inversores han decidido llevar a España ante la agencia de arbitraje del Banco Mundial.

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