La prensa de EEUU augura una desobediencia civil en masa contra la reforma energética de Soria

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La prensa de EEUU augura una desobediencia civil en masa contra la reforma energética de Soria

José Manuel Soria, ministro de Industria

Las trabas al autoconsumo eléctrico que propone la reforma energética son tan impopulares que cada vez son más las voces que advierten que esta nueva normativa provocará una desobediencia civil a gran escala, tal y como destaca Forbes. “Los españoles simplemente decidirán no cumplir la ley”, apunta la revista estadounidense.

Esa publicación elabora un amplio reportaje en el que explica cómo el Ministerio de Industria ha presentado un abanico de “medidas desesperadas” que van desde los impuestos a las multas –de hasta 30 millones de euros, expone con sorpresa la revista estadounidense- con la intención de recaudar dinero para reducir la deuda que arrastra, y que ya asciende hasta los 26.000 millones de euros. “Parece que las autoridades españolas un día se quedaron sin ideas, miraron al sol y exclamaron: ¡Ya lo tenemos! ¡Vamos a privatizar el sol!”, señala.

Forbes asegura que otros países, como EEUU o Alemania, van a esperar a ver qué sucede exactamente en España después de que José Manuel Soria lleve adelante su proyecto energético. “Porque la medida es muy impopular y algunos vaticinan, preocupados, que el resultado va a ser una rebelión ciudadana a gran escala”, explica la publicación norteamericana. Es decir, que los españoles decidirían directamente ignorar la normativa.

Las críticas también llegan del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), un ‘think tank’ de investigación política con sede en París, que cuenta con representantes de los principales grupos energéticos franceses, sindicatos e incluso del Gobierno. Teresa Rivera, asesora de IDDRI, aseguró recientemente a la agencia Reuters que los peajes a la producción casera de electricidad son algo “ilógico” en términos de eficiencia energética y de costes. En su opinión, se trata de “una seria invitación del Gobierno a los ciudadanos para que se conviertan en antisistema”. “Es como pedirle a los ciclistas que paguen un impuesto para mantener abiertas las estaciones de servicio que no utilizan”, ha añadido Ribera, que fue secretaria de Estado de Cambio Climático en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Algunos instaladores fotovoltaicos están incitando abiertamente a rebelarse contra esta propuesta, que hará que la opción del autoconsumo sea más cara que la convencional, según el sector.

Uno de los principales defensores de esta ‘desobediencia solar’ es Ecooo, una empresa que apuesta por que los ciudadanos sean “soberanos de su energía”. “Ecooo anima a la ciudadanía crítica a hacerse desobediente solar, a informarse sobre los beneficios de las renovables y a apostar por una forma de generar electricidad democrática, sostenible y justa”, afirma en su página web.

En opinión de Javier García Breva, presidente de la Fundación Renovables, la regulación del autoconsumo en España “será la más restrictiva del mundo, si se compara con la regulación que ya existe en más de 43 estados de EEUU, Dinamarca, Brasil, Italia, Bélgica, Holanda, Alemania, Reino Unido y Japón”. En todos los casos, afirma, se facilita e incentiva, sin ninguna barrera o penalización, el autoconsumo con balance neto.

García Breva explica que “la solución arbitrada es cargar la merma de ingresos que dejan de percibir las eléctricas a las espaldas del consumidor y del contribuyente a través de la subida de peajes y de trasladar a los presupuestos del Estado todo lo que permita Bruselas”. Y añade que “se expulsa del mercado y de la libre competencia a las energías renovables y cualquier forma de ahorro de energía, como es el autoconsumo, para que nadie invada su cuota de mercado”.

Esa solución arbitrada que tanto enfado ha despertado incluye un peaje de respaldo que se pagará por generar energía en un domicilio. Según la Unión Española Fotovoltaica (Unef), esta tasa es un 27% más alta que si se opta por el consumo convencional y se abona el peaje por el uso tradicional de la red. Esta asociación, que agrupa a unas 300 empresas y representa a un 85% del sector, también critica que se impida el ahorro de los consumidores y se paralice la entrada de nueva competencia en el mercado eléctrico.

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