Países Bajos, el ‘socio’ al que todos intentan convencer antes de la Cumbre Europea

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Países Bajos, el ‘socio’ al que todos intentan convencer antes de la Cumbre Europea

Pedro Sánchez, uno de los muchos líderes europeos que se reunirán con Mark Rutte en los últimos días.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, el primer ministro portugués, António Costa, y el primer ministro holandés, Mark Rutte

A una semana de la cumbre en la que los líderes de la Unión Europea negociarán la creación de un fondo de reconstrucción de 750.000 millones de euros, el primer ministro holandés, Mark Rutte, se ha convertido en el principal escollo para un acuerdo. No es extraño por tanto que los esfuerzos diplomáticos en las últimas semanas se hayan centrado en buena parte en Países Bajos, dentro de una agenda frenética con multitud de reuniones bilaterales, incluyendo la que mantendrán el propio Rutte y Pedro Sánchez.

Después de las visitas del presidente francés, Emmanuel Macron, y del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, durante los últimos días, el primer ministro holandés se reunirá el jueves de la próxima semana con la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín. Será la última ronda de un baile diplomático antes de la Cumbre de los días 17 y 18, en el que Rutte recibirá en La Haya también al español Pedro Sánchez, el italiano Giuseppe Conte y el portugués António Costa.

“Los holandeses siempre han sido difíciles en las negociaciones presupuestarias de la UE, pero ahora existe la sensación de que realmente están superando su peso”, reflexiona Catherine De Vries, profesora de ciencias políticas en la Universidad Bocconi, en declaraciones a Financial Times. “La procesión de los líderes de la UE que se dirigen a Rutte muestra a los votantes holandeses que está luchando por sus intereses nacionales”.

La Haya es a día de hoy el principal obstáculo para la creación de un fondo que por primera vez incorporará transferencias directas, es decir, subvenciones, a los países, en vez de préstamos. Rutte se ha convertido en el líder informal de los denominados cuatro frugales –Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca- que abogan por préstamos para los países más afectados por la pandemia, vinculados además a reformas económicas y saneamientos de las arcas públicas.

“A los holandeses nunca les importó tener una cara bonita en estas conversaciones. Vienen a Bruselas para defender su interés nacional”, señala un diplomático de la UE al diario británico. “Irritan a muchos porque su franqueza puede verse como arrogancia”. De acuerdo con Financial Times, durante su frenética ronda de reuniones bilaterales, Rutte ha estado ofreciendo a los otros líderes un ‘quid pro quo’: el precio de una mayor solidaridad financiera es una mayor participación en sus asuntos nacionales por el resto de la UE.

Mientras, la popularidad del primer ministro se ha reforzado en su país, colocándole en la pole position de cara a las elecciones del próximo marzo. Rutte ya estaba al frente del Gobierno durante los sucesivos programas de rescate griego entre 2010 y 2015. En esa ocasión acabo cediendo entre fuertes críticas de la oposición que casi le cuestan el Gobierno.

Por el contrario, el manejo de la pandemia de Rutte y su obstinada postura sobre el fondo de recuperación le han ganado aplausos en su país. De Vries considera no obstante que la creciente popularidad interna podría ayudar al primer ministro holandés a vender un acuerdo final sobre el fondo de recuperación a finales de este verano. “Rutte sabe que tiene que comprometerse al final. Los holandeses se ven a sí mismos como contables. Están dispuestos a dar dinero pero quieren saber a dónde va”, concluye.

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