Investigadores defienden que todos los sanitarios deberían usar mascarillas N95 para atender a pacientes

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Investigadores defienden que todos los sanitarios deberían usar mascarillas N95 para atender a pacientes

Investigadores del Marshall B. Ketchum University (Estados Unidos) han defendido que las mascarillas N95 deberían ser el estándar para todos los profesionales sanitarios.

Mascarilla

Investigadores del Marshall B. Ketchum University (Estados Unidos) han defendido que las mascarillas N95 deberían ser el estándar para todos los profesionales sanitarios que se encuentran en primera línea atendiendo a pacientes con COVID-19.

«Creemos que una evaluación cuidadosa de los datos pasados y existentes en el marco de la pandemia de COVID-19 apoya firmemente el uso de mascarillas N95 para toda la atención de pacientes hospitalizados con COVID-19, no solo durante los procedimientos de generación de aerosoles», resaltan en un artículo publicado en la revista ‘Annals of Internal Medicine’.

A diferencia de las mascarillas quirúrgicas, las mascarillas de respiración N95 proporcionan un ajuste facial cercano, están reguladas en cuanto a la filtración y evitan la transmisión de aerosoles al usuario.

Los ensayos controlados aleatorios anteriores han demostrado que las N95 son más eficaces que las quirúrgicas para proteger a los sanitarios contra las enfermedades respiratorias clínicas. Sin embargo, estos investigadores recuerdan que un estudio realizado en 8 hospitales de atención terciaria en Ontario (Canadá) no encontró diferencias en la tasa de gripe con el N95 en comparación con las quirúrgicas, aunque hubo una tendencia hacia una enfermedad menos parecida a la gripe, definida como la presencia de tos y fiebre, con los respiradores N95.

Un meta-análisis de 2016 que evaluó la efectividad de los respiradores N95 frente a las mascarillas quirúrgicas en un entorno de atención médica encontró un ratio de 0,51 para enfermedades similares a la gripe. Este ratio muestra la efectividad de los N95 para reducir las enfermedades similares a la influenza y una magnitud convincente de protección contra la transmisión de enfermedades respiratorias con los respiradores N95. El beneficio es aún mayor cuando se excluye el ensayo aleatorio con el uso específico de N95.

No obstante, todos estos estudios excluyeron el SARS-CoV-2, el virus del COVID-19, puntualizan los investigadores.

«En lugar de hacer afirmaciones definitivas basadas en suposiciones teóricas o prematuras, necesitamos estudios más centrados que evalúen la transmisión del SARS-CoV-2 en el entorno de los pacientes hospitalizados. Las recomendaciones de las directrices que establecen la equivalencia del N95 y las mascarillas médicas para la atención de pacientes hospitalizados con COVID-19 se basan en una extrapolación inapropiada de los estudios y puede que no tengan en cuenta el creciente conjunto de pruebas que rodean la transmisión del SARS-CoV-2 por aerosol», concluyen.

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