Trump prosigue con la OMS su lista de agravios a la ONU

Trump prosigue con la OMS su lista de agravios a la ONU

El presidente ya ha sacado a Estados Unidos de la UNESCO y el Consejo de DDHH y ha retirado fondos a la UNFPA y la UNRWA

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante la rueda de prensa del grupo de trabajo del coronavirus en la Casa Blanca

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, llegó a la Casa Blanca en enero de 2017 dispuesto a hacer valer lo que él mismo denomina la «doctrina del patriotismo», que contrapone a una «ideología de la globalización» personificada en Naciones Unidas y en todo su sistema de agencias, dentro del cual figura la Organizacion Mundial de la Salud (OMS).

Trump llevaba días anticipando el anuncio que finalmente lanzó el martes cuando informó de que Estados Unidos suspendería los pagos a la OMS. Aunque aún debe concretarse cómo lo hará –los fondos dependen en gran medida del Congreso–, el mensaje deja en el aire las aportaciones del mayor donante de la agencia.

Estados Unidos contribuyó en 2019 con 553 millones de dólares al presupuesto global de la OMS, estimado en 6.000 millones de dólares. Trump ahora quiere castigarle por sus posibles errores en la gestión de la pandemia del coronavirus, en particular por su supuesto sesgo hacia China y por fiarse de sus datos en las primeras fases.

La OMS se suma así a una lista de agravios que comenzó en 2017 con el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), una organización a la que Trump también dejó sin financiación estadounidense bajo el argumento de que apoyaba un programa de aborto forzados en China, algo que la agencia siempre ha negado.

En 2018, el desplante de Estados Unidos puso en peligro la continuidad de la agencia de la ONU que atiende a los refugiados palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), apelando a su presunta ineficacia. Trump es el principal aliado internacional de Israel, cuyo gobierno pone en cuestión el derecho de retorno de dichos refugiados.

El Gobierno norteamericano también congeló en 2019 su contribución a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), a la que reclamó mayor transparencia y ha avisado de que revisará en general todos sus pagos a la ONU para garantizar que haya un reparto justo de las responsabilidades. En el caso de las operaciones de paz, Estados Unidos no está dispuesto a asumir más que una cuarta parte de los gastos.

SALIDA DEL CONSEJO DE DDHH Y DE LA UNESCO
Durante sus años de mantado, Trump, que aspirará en noviembre a la reelección, ha sacado a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y de la Organizazión de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). En ambos casos, el mandatario norteamericano ha recriminado el supuesto sesgo en contra de Israel.

El presidente tampoco ha comulgado con muchos de los acuerdos promovidos a nivel internacional, tanto antes de su llegada a la Casa Blanca como después. Así, Trump no dudó en salirse en 2017 de las negociaciones del Pacto Mundial sobre Migración impulsado por la ONU y en romper el Acuerdo de París contra el Cambio Climático, suscrito durante la presidencia de Barack Obama.

De la época Obama databa igualmente el acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Irán y las principales potencias internacionales, entre ellas Estados Unidos. Trump puso dicho texto –«el peor del mundo»– en su punto de mira ya antes de salir elegido presidente y, tras encadenar una crítica detrás de otra, en mayo de 2018 anunció la ruptura definitiva.

Estados Unidos se desmarcaba así de una resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que consagra los compromisos de dicho acuerdo y reactivaba las sanciones contra Irán, país al que Trump ha acusado de perseguir en última instancia la fabricación de armas atómicas.

La lista prosigue con el Tribunal Penal Internacional (TPI), un organismo del que Estados Unidos no forma parte pero al que ha criticado principalmente a cuenta de la apertura de una investigación por los posibles crímenes de guerra cometidos en Afganistán. En palabras del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, el TPI actúa por «venganza política».

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