El sector olivarero ultima un ‘marzo caliente’ en el que endurecerá las protestas iniciadas en Jaén en mayo del año pasado. Este colectivo, en plena ofensiva del campo en defensa de precios justos, ha anunciado su intención de trasladar a Madrid sus reclamaciones en una marcha por etapas similar a la de los años 90. Además, suspenderán las salidas de cisternas de aceite.
Asaja, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias e Infaoliva han decidido tensar su pulso con el Gobierno. Para ello han apostado por recuperar la Marcha Olivarera “que ya llevamos a cabo en los años 90 del siglo pasado”. Una marcha con destino a Madrid en la que no descartan, incluso, una acampada en la capital.
Esta decisión, junto a la suspensión de la salida de cisternas de aceite, forman parte del calendario de movilizaciones que los olivareros iniciaron hace ya casi un año en Jaén “y que en 2020 ha arrancado con los exitosos cortes de las cuatro autovías que cruzan la provincia”. Este lunes 24 de febrero se esperan concentraciones en los 97 municipios de Jaén.
Se trata, apuntan las organizaciones agrarias, de “dos acciones más con las que el sector quiere visibilizar la crítica situación de bajos precios en origen que estamos sufriendo desde hace dos años”. “Aunque gracias a las movilizaciones generalizadas se ha conseguido que el problema de los precios forme parte de la agenda política”, este colectivo destaca que “todavía no se ha concretado ninguna medida que permita revertir esta crítica situación”.
“De ahí que el sector continuará con las movilizaciones, en las que se enclava la marcha, la no salida de cisternas y el posible asentamiento hasta que se comience a vislumbrar una recuperación de las cotizaciones y soluciones al problema estructural que sufrimos desde hace dos años”, afirman estas organizaciones.
