“Hay que decidir entre crecer o ser sostenible, ese el gran elefante del que nadie habla”

“Hay que decidir entre crecer o ser sostenible, ese el gran elefante del que nadie habla”

Entrevista a Liliana Marcos, experta en políticas públicas y desigualdad.

Desigualdad

Oxfam Intermón presentó este martes en la COP25 de Madrid el informe ‘Injusticia climática. Lo que contaminan los más ricos y pagan los más vulnerables’, un documento donde se constata que las emisiones de CO2 por consumo del 10% de los hogares más ricos de España superan en 2,3 veces las del 10% más pobre.

Liliana Marcos, experta en políticas públicas y desigualdad, es una de sus autoras. En un receso de la intervención que realiza la ONG en la Cumbre Mundial del Clima de Madrid (OP25) explica a El Boletín cuál es el “gran elefante del que nadie habla: crecer o ser sostenible”.

¿La responsabilidad principal de la contaminación del planeta es culpa de los ricos?

Hay una relación clara entre la desigualdad y el cambio climático. Por un lado nos deja a personas con más ingresos que tienen muchísima responsabilidad a la hora de expulsar CO2 y por el otro tenemos a gran parte de la población mundial que no tiene ninguna culpa.

Lo peor de todo es que esta población es la que más está sufriendo el impacto del calentamiento planetario.

¿Qué diferencias numéricas hay entre un rico y un pobre?

Los países de ingresos más altos emiten cada año 44 veces más de CO2 que los países menos desarrollados. Países como Somalia, Mali o Eritrea poco pueden hacer para adaptarse al cambio climático sin ayudas.

¿No es injusto con los países más pobres cuando se les exige que renuncien a energías baratas, aunque éstas sean contaminantes?

Es clave vincular ambas luchas, la lucha contra la desigualdad y la lucha contra el calentamiento global. O se vincula las dos cosas, o no va a haber transición. Las protestas en Francia o en Ecuador así lo constata. O la transición es justa, o no hay.

¿Qué medidas pueden aunar esas dos luchas?

Por ejemplo, en materia impositiva. Tiene que ser equitativa y progresiva, no puede ahondar en la diferencia entre ricos y pobres.

¿Qué impuesto podría incorporar España en este sentido?

España es uno de los países de Europa que menos impuestos verdes tiene. Es el país número 26 de 28.

¿Qué hacemos con el uso de aviones privados?

Está claro que, a mayor ingreso, mayor consumo, y muchas veces absurdo y asociado a la expulsión de grandes cantidades de CO2 a la atmósfera. Sobre los jets privados, se calcula que en 10 años va a haber 7.600 aviones privados más.

Estos solo lo van a usar grandes empresas y un grupo muy reducido de personas. Sin embargo, por cada vuelo de estos aviones, ellos van a contaminar 40 veces más que un vuelo comercial.

Una de las grandes patas del calentamiento tiene que ver con el consumo.

La lógica del impuesto verde es moderar el consumo. Hacer que la gente prefiera consumir otro tipo de cosas y que el coste ambiental acabe en el coste que tienen los productos.

Sin embargo, en España, los pocos impuestos verdes que hay van más en la dirección recaudatoria que en modular el consumo.

¿Modular el consumo tiene que ver con reducirlo?

Sin duda. Deberíamos preguntarnos si el crecimiento sostenible es posible o no. ¿O no hay crecimiento sostenible de ninguna forma? El ser humano consume al año 1,7 planetas, es inviable que podamos seguir obsesionados con aumentar el crecimiento o el PIB.

Es cierto que hay alternativas para mejorar la producción, para desmaterializar la economía, pero no tenemos tiempo.

El gran elefante en la habitación del que nadie habla es ese. Cuando los políticos, y los ciudadanos también, tengan que decidir entre crecer o ser sostenible, ¿se quedan con ser sostenible o siempre nos quedamos con crecer?

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