Las acciones de Deutsche Bank se desplomaban a media tarde un 8,2% hasta los 6,62 euros en la bolsa de Frankfurt después de que el gigante bancario alemán haya anunciado unas pérdidas de 942 millones en el tercer trimestre. Se trata de la mayor caída desde que el CEO Christian Sewing anunciase en julio una profunda reestructuración del banco que por el momento no ha logrado frenar la sangría de ingresos.
El mayor banco de Alemania, que se está retirando del ‘trading’ de acciones y recortando una quinta parte de la fuerza laboral, vio como los ingresos de sus negocios restantes cayeron un 4% respecto al año anterior. Todas las unidades menos una sufrieron caídas, incluido el negocio de comercio de renta fija, una fortaleza histórica del banco, donde los ingresos cayeron un 13%.
La cuenta de resultados de Deutsche Bank arrojó unas pérdidas de 942 millones de euros en el tercer trimestre, que en el acumulado de los nueve primeros meses del año fue de 4.116 millones, debido a la caída de ingresos pero también a los gastos de reestructuración. La ratio de capital CET 1 de máxima calidad alcanzó el 13,4%.
“La transformación está en pleno desarrollo, con progresos tangibles en lo relativo a los costos y a la reducción de riesgos”, ha señalado Christian Sewing en un comunicado. Según el plan anunciado, la entidad bancaria germana prescindirá de 18.000 puestos de trabajo y reducirá de manera drástica sus operaciones deficitarias de banca de inversión en Nueva York, Londres y otros sitios para centrarse en los clientes corporativos.
