El Banco de España insiste en pedir “ajustes” para garantizar las pensiones

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El Banco de España insiste en pedir “ajustes” para garantizar las pensiones

La institución avisa de que la creación de empleo no compensará los factores demográficos “ni en los escenarios más optimistas”.

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La viabilidad social y financiera del sistema público de pensiones requiere “reformas de calado”, que previsiblemente requieran ajustes “tanto por el lado de los ingresos como de los gastos”. Esta es una de las principales conclusiones de la presentación que ha realizado hoy Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España, durante su intervención en la Jornada Institucional de Previsión BBVA 2019.

El sistema público de pensiones español se enfrenta a “importantes retos tanto en el corto como en el largo plazo”, considera el Banco de España, que recuerda que la Seguridad Social ha presentado un déficit en torno al 1,5% del PIB en los últimos años, frente al superávit medio del 1,2% previo a la crisis. De hecho, el deterioro del saldo presupuestario de la Seguridad Social, en los últimos años, se debe fundamentalmente a un aumento muy significativo del gasto en pensiones contributivas, desde el 7,4% del PIB en 2007 al 10,6% en 2018.

Además, el aumento de la tasa de dependencia, por el incremento de la esperanza de vida y la jubilación de los denominados ‘baby boomers’, “continuará presionando al alza el gasto en pensiones durante las próximas décadas”. La población mayor de 65 años como porcentaje de la población en edad de trabajar aumentará desde el 30% actual hasta una horquilla aproximada del 50-70% en 2050. Solo este factor ya implicaría un aumento del gasto en pensiones de entre 5 y 7,2 puntos del PIB en 2035 y de entre 7,6 y 13,6 puntos del PIB para 2050.

Asimismo, el Banco de España calcula que vincular nuevamente las pensiones al IPC aumentará el gasto en, aproximadamente, dos puntos del PIB en 2030 y en más de tres puntos del PIB en 2050.

Empleo

El Banco de España ha avisado además de que la creación de empleo no compensaría la presión demográfica sobre el sistema de pensiones ni siquiera en “escenarios optimistas”. Una tasa de empleo del 80% en 2050 (actualmente del 61%), reduciría el aumento del gasto en pensiones debido al factor demográfico entre un 43% y un 58%.

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