PSOE y Podemos se enzarzan y empiezan a airear trapos sucios antes de la segunda votación

Investidura

PSOE y Podemos se enzarzan y empiezan a airear trapos sucios antes de la segunda votación

“Nos han pedido literalmente el Gobierno”, afirma Carmen Calvo, que critica que los de Pablo Iglesias no han querido negociar.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias

PSOE y Podemos se han lanzado a airear trapos sucios de la negociación después de que este miércoles se dinamitaran las opciones para llegar a un posible acuerdo en torno a un Gobierno de coalición. A escasas horas de que se produzca la segunda votación de la investidura, socialistas y morados se han enzarzado en los medios de comunicaciones en un cruce de acusaciones. “Nos han pedido literalmente el Gobierno”, ha afirmado Carmen Calvo, que ha cargado contra los de Pablo Iglesias, a los que ha acusado de no haber querido negociar.

“¿Qué le quedaría al PSOE para sacar adelante su programa?”, se ha preguntado la vicepresidenta del Gobierno en una entrevista en la SER en la que ha mostrado su sensación de que los responsables de Unidas Podemos “no han querido negociar”. “Si alguien se lee ese documento tiene que pensar qué haría el PSOE en ese Gobierno”, ha insistido Calvo sobre la propuesta de los de Iglesias.

La socialista ha defendido en todo momento los esfuerzos del equipo negociador de su partido, del que ella formaba parte, para llegar a un pacto. Algo que no se ha podido lograr por culpa de los morados, según ha denunciado. Podemos, ha asegurado Calvo, “no se ha movido de su posición inicial”.

“El sábado tardamos una hora y media en empezar porque el señor Echenique me dijo que si su compañera Irene Montero no era vicepresidenta de Gobierno ellos no se sentaban”, ha desvelado la vicepresidenta, que ha reprochado también que ayer no descolgaran el teléfono durante varias horas. “Estas cosas hay que contarlas”, ha señalado.

Carmen Calvo ha recordado que “todos tenemos responsabilidad” y ha subrayado que “en qué posición estaríamos nosotros en relación con nuestros votantes” si renunciara a su programa electoral. “¿Qué haría el PSOE en un Gobierno de esa naturaleza? Apenas le quedaría nada”, ha afirmado.

Tras reiterar que han sido los socialistas “quienes les hemos llamado siempre”, la socialista ha lanzado un nuevo dardo a los de Iglesias, a los que ha acusado de querer el Gobierno “entero”.

Unos minutos antes, también en la SER, el jefe negociador de Podemos, Pablo Echenique, ha mostrado sus dudas de que el Partido Socialista quiera de verdad un acuerdo con su partido. Es más, está convencido de que no quieren ni volver a sentarse a hablar. “En vez de haber empezado a echarnos la culpa de que no haya acuerdo”, ha manifestado, “el PSOE debería haber dedicado hasta el último minuto a intentar un Gobierno de coalición”.

“No entendemos por qué ayer a última hora de la tarde el PSOE decidió romper las negociaciones”, ha dicho Echenique, que ha acusado a los socialistas de ser los únicos responsables de que los contactos hayan saltado por los aires en el día de ayer.

El diputado morado ha criticado que los ministerios ofrecidos por el PSOE carecían de competencias “reales” y estaban en la práctica “vacíos”. Según Echenique, “no queremos entrar en un Gobierno a toda costa. No queremos visibilidad, no queremos proyección política, queremos llevar a cabo políticas públicas y para eso hacen falta competencias reales”. …

A vueltas con la CEOE

La vicepresidenta del Gobierno ha negado que rechazaran ofrecer a Podemos el Ministerio de Trabajo al ser “inquietantes” para la CEOE, según recogen medios como Público. “No he nombrado para nada a la CEOE”, ha afirmado Calvo, que ha rechazado que lo hayan hecho otras responsables del equipo negociador del PSOE.

Sin embargo, Ione Belarra, portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, ha confirmado que pasó. “Sí, es verdad”, ha dicho en una entrevista en RNE en la que ha sostenido que “ser incómodo para la patronal para nosotras es un orgullo” y el Partido Socialista “debe revisar su posición”, porque “cualquier partido de izquierdas debería ser incómodo” para la patronal empresarial.

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