El consejero delegado de Banco Santander, José Antonio Álvarez, ha reconocido hoy que la entidad podría estudiar cobrar intereses por los depósitos de clientes corporativos con “grandes saldos inactivos” en el caso de que los tipos de interés sigan bajando en la eurozona, tal y como el mercado anticipa.
Durante la presentación de los resultados del primer semestre del año, Álvarez ha apuntado que el Santander ya está trasladando los tipos negativos a los depósitos de otros bancos, así como a las liquidaciones de clientes institucionales. Pero de bajar aún más el precio del dinero, la entidad podría estudiar cobrar intereses a los “grandes saldos inactivos” de clientes corporativos, no así a las cuentas que tengán actividad.
Ya en la conferencia previa con analistas Álvarez había apuntado a esta posibilidad. “Las cuentas que no tengan movimientos habrá que ver que hacer con ellas; las operativas serán gratuitas”, había señalado entonces. Lo que sí ha querdido dejar claro el banquero es que en ningún caso el banco se está planteando cobrar por las cuentas de los clientes minoristas. Además, tal y como ha recordado, en estos casos las cuentas inactivas “no suelen tener mucho saldo”, por lo que tampoco tendría sentido cobrar por ellas.
Este jueves el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) celebrará una nueva reunión de política monetaria en Frankfurt. Si bien no se espera que los hombres de Draghi muevan los tipos de interés en esta cita, el mercado sí augura que prepararán el terreno para futuras bajadas en el precio del dinero, así como para otras medidas como nuevas compras de activos.
Como no podía ser de otro modo, la situación política de España, con las negociaciones para formar Gobierno, ha sido uno de los temas de la rueda de prensa. “Nos gustaría tener un Gobierno cuanto antes”, ha reconocido el consejero delegado del Santander, ya que “la certidumbre siempre da estabilidad”. No ha querido entrar no obstante en la posibilidad de que Unidas Podemos entre en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Ese no es nuestro trabajo”, ha recordado.
Tampoco ha querido hacer muchos comentarios sobre la pugna que el Santander tendrá en los tribunales con Andrea Orcel, banquero italiano que reclama 100 millones a la entidad por su frustrado fichaje como consejero delegado. Álvarez ha descartado hacer comentario alguno sobre “el tema judicial” y se ha limitado a señalar que “tanto el consejo como el equipo de gestión están funcionando muy bien”.
Banco Santander alcanzó un beneficio atribuido de 3.231 millones de euros durante el primer semestre de 2019, un 14% menos que en el mismo período del año pasado. El banco explica este recorte por los 814 millones que dotó en cargos por costes de reestructuración como parte de los planes del banco para reducir su base de costes anuales en Europa en un 10%. Excluidos estos cargos, el beneficio ordinario del primer semestre fue de 4.045 millones, un 2% más en euros constantes (es decir, excluido el impacto de los tipos de cambio).
Las cuentas del Santander de la primera mitad del año tuvieron una buena acogida en los mercados. A poco para el cierre, las acciones del banco presidido por Ana Botín subían un 3,80% hasta alcanzar los 4,14 euros.
