Supuesto fraude de la empresa con la que se privatizó la atención telefónica de la Seguridad Social

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Supuesto fraude de la empresa con la que se privatizó la atención telefónica de la Seguridad Social

Una filial de Adecco factura presuntamente a este organismo público horas falsas de sus teleoperadores.

Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad

Los teleoperadores de Extel Contact Center, empresa a la que se adjudicó el servicio de atención telefónica de la Tesorería de la Seguridad Social cuando se privatizó en 2015, denuncian que la compañía les obliga a dejar conectados sus puestos cuando acaban la jornada, engordando la factura final que tiene que pagarles este organismo público. Por lo menos esto es lo que asegura hoy elconfidencial.com.

El digital explica que dicha empresa- filial dedicada al ‘telemarketing’ de Adecco- se hizo con la adjudicación en 2015 gracias a que presentó la oferta económica más baja, en torno a 10 millones de euros. Aclarando que desde esa fecha “cuando un ciudadano llama a la Seguridad Social, no le atiende un funcionario, sino un teleoperador de Extel que cobra 1.039 euros brutos al mes. Por su parte, la Seguridad Social paga entre 10 y 13 euros por hora de trabajo, dependiendo de si se trata de un agente o un coordinador”.

Elconfidencial.com cuenta que hace unas semanas un trabajador de Extel se puso en contacto con el periódico y denunció que la empresa estaba inflando artificialmente las horas que cobra a la Seguridad Social mediante un método que conocen como “pines fantasma”. E informa que según el relato de este exempleado, “posteriormente contrastado con otros once trabajadores, la filial de Adecco añade horas de trabajo que no se cumplen, normalmente al terminar la jornada laboral de los agentes”, señalando que cuando un trabajador se marcha a casa, los responsables de la empresa le dejan conectado en el sistema una o dos horas más.

Y aclara que según este testimonio lo habitual es poner a ese trabajador “reunido” o “en formación”, pero También se conecta a trabajadores que están de baja.. Y así factura la hora trabajada, aunque no responda al teléfono”, dice Mario. Haciendo notar que los funcionarios no tienen otra manera de comprobar el presunto fraude que no sea personándose por sorpresa en las instalaciones de Extel.

El digital resalta que el ‘telemarketing’ es un negocio muy controlado, en el que los trabajadores tienen los descansos minutados, existen registros horarios de la jornada al segundo y apenas se ven retrasos en las entradas o las salidas. Y asegura que gracias a este minucioso seguimiento los trabajadores de Extel han podido demostrar la veracidad de sus acusaciones con documentación que probaría las extensiones de jornada irregulares.

La versión de la empresa

El digital da también la versión de Adecco que niega los hechos y dice que”más allá del lógico error humano, cometido en un día o un periodo puntuales”, este tipo de prácticas no se producen en Extel. “Tenemos una serie de sistemas informáticos que controlan que los operadores no se pasen de las horas que tienen fijadas. Si un agente se pasa de tiempo, nos salta una alarma”, explican desde el gigante suizo.

Para justificar las conexiones de trabajadores ausentes, Adecco indica que es habitual que los trabajadores se dejen abierta una sesión al irse o que uno se conecte, erróneamente, con el ‘password’ de otro: “Las claves son muy parecidas entre sí”, dicen. En Adecco niegan que se den órdenes de mantener a los trabajadores conectados al marcharse. En cualquier caso, continúan, estos errores se subsanarían antes de facturar a la Tesorería General de la Seguridad Social: “No estamos facturando de más a la Seguridad Social». Y apunta que desde la multinacional suiza consideran que estas acusaciones forman parte de un plan de ataque de los sindicatos, “ya que el sector de los teleoperadores es uno de los más sindicalizados y, por supuesto, de los más combativos”.

Elconfidencial.com dice que “al tratarse de un presunto fraude con dinero público ha informado a la Tesorería General de la Seguridad Social que mantiene una investigación abierta sin que por el momento hayan detectado anomalías.

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