Consejos para usar las tarjetas de crédito como un experto

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Consejos para usar las tarjetas de crédito como un experto

Tarjetas de crédito

Muchas personas se enfrentan al dilema si conseguir una tarjeta de crédito o no. Si estás entre las que ya tomó esa decisión y tienes problemas para sopesar intereses, penalizaciones, fechas de corte y pago, promociones, beneficios y más, creemos que te hará bien cambiar el enfoque sobre cómo sacarles el mayor provecho a estos recursos.

Nadie nace siendo un experto en materia de finanzas personales. Para ello hay que entender cierta información, acumular experiencia y adquirir hábitos para administrarte mejor. Si quieres tener ese conocimiento y utilizar las tarjetas de crédito como un experto, te ofrecemos unos consejos muy útiles y reservamos un truco especial para el final.

Razones para obtener una o más tarjetas de crédito

Ya sea por desconocimiento, superstición, falta de control o mala fama, la gente tiende a temerle a estos productos. En muchas mentes y corazones existe la creencia distorsionada de que conseguir una tarjeta de crédito es sinónimo de problemas financieros. Por ende, se privan de sus ventajas, que pueden ser muy valiosas.

¿Por qué solicitarlas?

Las tarjetas de crédito permiten pagar de forma aplazada cualquier compra que hagas con ella. Además, si abonas todo el saldo el mes siguiente no tendrás que pagar ningún tipo de interés.

También te ofrecen la posibilidad de disponer de un crédito inmediato en cualquier momento, ya que puedes financiar las compras que realices con ellas para pagarlas durante varios meses. En este caso, eso sí, tendrás que abonar también intereses.

Además, las tarjetas de crédito te ofrecen diferentes coberturas y asistencias en viaje, y te ofrecen múltiples promociones, descuentos y ofertas que puedes aprovechar.

Consejos para utilizar las tarjetas de crédito

Mientras que demostrar solvencia económica y cumplimiento es muy importante para el manejo experto de un plástico, hay otras variables a considerar. Por esta vez dejaremos de lado la inefectividad del pago mínimo, la necesidad del abono completo (o mayor al 50%) y otras particularidades generales.

Las personas que tienen éxito en la administración de su dinero y han acumulado fortunas considerables, entienden una que otra cosa sobre este tema. Dentro de su generosidad, nos han revelado que odian malgastar o perder dinero. Por ello, hemos resumido sus extensos argumentos de la siguiente manera:

Debes usar pocas tarjetas de crédito

A diferencia de lo que se ve en televisión o las películas, las personas con experiencia crediticia no cargan una cartera con 15 o más tarjetas de crédito. De hecho, los entendidos aconsejan usar máximo 2: una para compras grandes y otra para emergencias. El factor tentación de poseer “más dinero” disponible, es lo que puede suscitar los problemas.

Esto no es una ley que debes cumplir al pie de la letra o de lo contrario estás destinado a la ruina. El problema principal con el exceso de plásticos comienza por aumentar la probabilidad de compras compulsivas. Si no cuentas con el suficiente autocontrol, entonces vivirás acumulando intereses, cayendo en mora y pagando de más por las cosas.

Por otra parte, el hecho de tener muchas tarjetas puede significar que no las uses todas o debas pagar tus deudas a diestra y siniestra. Estos comportamientos afectan tus oportunidades de conseguir financiamiento con los bancos y las que no usas te pueden generar gastos de cuotas anuales que drenan tus ingresos.

Necesitas evaluar tu capacidad de pago

Este consejo solamente tiene razón de ser si elaboras un presupuesto mensual o anual para manejar tus finanzas personales. Cuando solicitas este instrumento, la entidad financiera analiza el monto que puede otorgarte en base a tus ingresos, historial de crédito y cumplimiento. Pueden ofrecer menos o más de tu capacidad de pago.

Si no tienes un presupuesto y desconoces el monto del que dispones después de restar tus gastos fijos, ahorro y otras categorías, puedes pecar por ambición. Es muy fácil dejarse deslumbrar por un crédito que doble tu sueldo, dejando de lado la realidad de lo que estás en capacidad de pagar según una detallada evaluación de tus ingresos.

Aprovecha las promociones y programas de fidelidad

Las personas que gestionan con sabiduría sus tarjetas de crédito, están atentas a beneficios como acumulación de puntos o millas, cashback, descuentos en comercios y más. El truco no es solamente utilizar la tarjeta con frecuencia, sino también tener la disciplina de pagar los saldos completos para obtener estas recompensas sin tener que pagar intereses.

Cuando tienes esta disposición, es posible aprovechar mejor el cashback, porque te devuelven un porcentaje del gasto neto en reembolso, mensual o anual a tu plástico. Esto también aplica para los puntos o millas, que incentiva el consumo, lo cual puedes hacer considerando tu presupuesto, lo que quieres conseguir y en qué momento.

Comprende la dinámica crediticia y su conveniencia

Sabemos que no es sencillo meterse en la cabeza que una tarjeta de crédito no representa un sueldo adicional o más dinero para gastar. Si quieres tomar ventaja de los beneficios derivados de su uso, necesitas entender que se trata de un medio de pago diferido que te auxilia cuando no cuentas con liquidez.

Asimismo, este concepto de comprar ahora y pagar después, en teoría no está diseñado para financiar consumos pequeños o habituales. A menos que vayas a pagar en un plazo corto o utilices los meses sin intereses, la tasa del plástico, comparada con un préstamo personal, es mucho más alta para obtener bienes importantes.

Un último truco para reforzar tu experticia

Para esta recomendación final, vamos a manejar la importancia de los tiempos de fecha de corte y pago. La primera establece el fin del período disponible para compras y la segunda, el período de gracia para cancelar lo que debes. Supongamos que tu corte es el 19 y tu pago, 20 días naturales después, el 9 del mes siguiente.

Ahora bien, si compras al día siguiente de tu fecha de corte (el 20), cuentas con 30 o 31 días hasta la próxima, más el tiempo para realizar el abono. En la práctica, esto debería representar 50 o 51 días para pagar lo que debes. Sabiendo esto, puedes planificar una compra importante estimando lo que necesitas apartar cada quincena de ese tiempo.

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