La Atención Primaria se encuentra bajo mínimos. Y así lo han ido manifestando los centros de salud de todo el país en forma de huelgas o movilizaciones. “Probablemente la desatención presupuestaria está en el origen de la precaria situación y el descontento vivido en todo el país sobre la Atención Primaria actual”, analizan los defensores de la sanidad pública.
La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) ha dado a conocer esta semana su último informe -a raíz de datos del Ministerio de Sanidad- para dar contexto a esta especialidad. “La Atención Primaria está viviendo una crisis que viene de lejos, pero que se ha agudizado en este último año”, recalcan.
Algo que achacan a la poca financiación, al escaso personal sanitario, a las demoras en las citas y a las insuficientes unidades de apoyo. Sobre la mesa, el colectivo pone los datos. Y para ello mira al total del gasto sanitario dedicado a la Atención Primaria. Unas cifras que ven cómo ha ido disminuyendo con el paso de los años: si en 2010 se destinaba el 14,88%, en 2016 (últimos datos del informe de la FADSP) bajaba al 13,67%.
Y en este aspecto la Comunidad de Madrid sigue aún más por debajo en estos porcentajes al pasar del 12,8% al 11,64% en el mismo periodo. Pero si en algo es ‘campeona’ la región madrileña es en el gasto de Atención Primaria por habitante. Madrid se ha convertido en la comunidad que menos dedica en este aspecto.
Menos médicos y más pacientes: los datos que explican la indignación en la Atención Primaria
Si la media española se encontraba en 2016 en los 196,30 euros por habitante (en 2010 era 199,98 euros), en Madrid este número descendía a los 167,15 euros (aunque ha mejorado desde los 141,84 euros de 2010). Tan solo Aragón con 167,43 euros sigue este bajo ritmo. La tercera región con menor gasto en Atención Primaria por ciudadano es ya Cataluña con 192,13. Por su parte, la que más es Cantabria con 254,17 euros.
El desbordamiento en las consultas es otro de los motivos que han levantado a los centros de salud. Menos pacientes y más minutos para atenderles es uno de los gritos que se ha ido escuchando por todo el país. Todo a pesar del descenso de población entre 2010 y 2017, según apunta el estudio de la FADSP.
“La población por médico de familia en el total del país disminuyó en el periodo en un 2,93%, es decir, menos que la disminución de la población, que recordemos lo hizo en un 6,12%, lo que significa que se perdieron puestos de trabajo globalmente en esta categoría profesional”, avanzan desde la federación.
Ejemplo de este colapso son las Islas Baleares y Madrid. Ambas zonas han aumentado su población –mientras cae en otras regiones- y automáticamente los médicos de familia han visto que su población a atender ha seguido la misma tendencia.
Los médicos de Atención Primaria de Madrid amenazan con ir a huelga antes de las elecciones
De esta manera, en las Islas Baleares, en 2010 un médico de familia contaba con un ratio de atención poblacional de 1.669 personas y siete años después el arco aumentaba hasta los 1.762 usuarios. Esto mismo se ha replicado en Madrid: de 1.527 a 1.557.
Las ratios de población infantil por pediatra han mejorado en la media nacional (-1,83%). Todas las comunidades a excepción de Baleares, Castilla-La Mancha, Extremadura, País Vasco, La Rioja y Madrid han experimentado un descenso de los ratios. Sin embargo, la región madrileña vuelve a ser noticia al incrementar esta cifra un 6,31% (de 1.093 a 1.162).
La situación se repite con la enfermería: la población asignada desciende en estos siete años a nivel nacional (de 1.606 habitantes por enfermera a 1.547), pero en Madrid, Asturias, Baleares y Cantabria se vive el escenario contrario.
“En Atención Primaria hemos dicho basta. Hay compañeras que han visto hasta a 100 pacientes”
“De nuevo llama la atención el caso madrileño donde se alcanza la peor posición de todo el país, nada menos que 469 más que el promedio. Una situación intolerable”, critican desde la FADSP.
Los defensores de la sanidad pública lamentan que la disminución de la población no se haya “aprovechado para acortar significativamente los ratios de población por profesional”.
Por ello, la FADSP reclama un incremento “notable” de los presupuestos para llegar a un gasto sanitario para la Atención Primaria en torno al 20%, así como que se viva un incremento “sustancial” de las plantillas que establezca un máximo de 1.300 usuarios por médico y enfermera y 1.000 por pediatra.
