La Comunidad de Madrid vuelve a externalizar el servicio de asesores de sordos a una empresa con impagos

Educación

La Comunidad de Madrid vuelve a externalizar el servicio de asesores de sordos a una empresa con impagos

En pleno conflicto laboral por los sucesivos impagos, la Consejería de Educación, que ignora las peticiones de asumir el servicio, adjudica el servicio a la misma empresa.

Concentración de asesores de sordos e intérpretes de lengua de signos en Madrid junto a familiares y alumnos

Los intérpretes de lenguas de signos y asesores de sordos siguen sin cerrar el capítulo de impagos en la Comunidad de Madrid al tener pendiente por cobrar la nómina de diciembre. Mientras, la empresa continúa en la rueda de las adjudicaciones.

La Consejería de Educación ha adjudicado recientemente el servicio de asesores de sordos para los cursos 2018/2019 y 2019/2020. Lo ha hecho a CILSEM, esta misma empresa que viene protagonizando los impagos tanto a los asesores de sordos como a los intérpretes de lenguas de signos que trabajan en los centros públicos.

CILSEM lo tuvo fácil. Según se puede leer en las actas publicadas, fueron los únicos en presentarse. Señal que preocupa a los propios asesores de sordos, tal y como avanzan a EL BOLETÍN: “Evidencia el poco interés empresarial que generan las condiciones de esta licitación”.

El paso dado por la Comunidad de Madrid con este nuevo contrato ha caído como una losa entre los trabajadores. Y más en una plantilla que en las últimas semanas ha cobrado las nóminas de junio, septiembre, octubre y noviembre.

Una de sus principales luchas gira en torno a que la Consejería de Educación dejase de privatizar el servicio y asumiese como suyos a estos profesionales. “Personalmente no doy crédito a que no puedan hacerse cargo”, lamentan fuentes de la plantilla.

De hecho, la cifra de asesores que trabajan en centros educativos de Madrid con este contrato invitaba a ir por otro camino a la Consejería de Educación: “En toda la Comunidad hay un total de 10 asesores, no es una plantilla enorme que perjudique a los presupuestos”.

Aun así, pese a las reuniones del Comité de Empresa con la Administración, el Ejecutivo de Ángel Garrido ha optado por volver a sacar a concurso este servicio de asesores de sordos. Y ha elegido de nuevo a CILSEM. “El hecho de que sean ellos demuestra el poco interés por parte de la Administración de velar por los derechos de los trabajadores”, analizan los empleados.

El contrato en cuestión es para dos años por 340.692 euros. Un presupuesto que a los profesionales se les queda corto. Para el primer año se ha destinado 170.000 euros. A partir de ahí, empiezan las cuentas al ver que son 10 empleados que trabajan 10 meses (en verano son despedidos al no haber actividad educativa).

Cada trabajador supone para la empresa un coste mensual de unos 1.700 euros aproximadamente. A ello habría que “descontar un 30%” que la empresa debe destinar para seguros sociales. Así, “nos quedan 1.190 euros”: “Lo justo para pagar salarios brutos”.

Los cálculos de la plantilla no se quedan ahí: “Pero la empresa tiene que pagar gestoría, mutua de trabajo, un salario más para la coordinación… ¿Y si alguien sufre una baja?”. Numerosas incógnitas, pero una conclusión para estas fuentes consultadas: “No salen las cuentas”.

En la actualidad se está negociando el convenio colectivo del sector. Tiene traducción: “Si la subida salarial del nuevo convenio supera el 7%, no sé cómo lo solucionaría CILSEM que se vería obligada por normativa laboral a pagar unos salarios superiores a los ingresos que recibe. El importe de la licitación es del todo insuficiente”.

Mientras tanto, el servicio está diseñado para dos años y englobaría, según los pliegos, 21.360 horas. El proceso de adjudicación ha sido rápido: solo una empresa se presentó y la puntuación que recibió no fue excesivamente alta. CILSEM consiguió seis puntos de 40 totales sobre el plan de formación y 10 puntos de 11 por el plan de formación para la comunidad educativa.

En total, la Comunidad de Madrid pagará a CILSEM 15,94 euros por hora (IVA incluido). Un precio que también es síntoma de la precariedad en el sector. “Si quitas el IVA y lo que luego la empresa tendría que pagar de seguros sociales (30%), la hora de trabajo de cada trabajador saldría a 10,14 euros”, señalan desde la plantilla.

Hay más componentes en la carrera laboral al tener que sumarle que tanto los intérpretes como los asesores sordos una vez llega el fin del curso académico son cesados de actividad. Tienen contratos fijos discontinuos de 10 meses y las vacaciones tienen ‘truco’: se les descuentan los días disfrutados en Semana Santa, Navidad y cualquier otro día no lectivo en los colegios, pero laborable para el resto de trabajadores.

De esta manera, el escenario que se da en la Comunidad de Madrid es el siguiente: unos profesionales que no disfrutan de días de vacaciones, acumulan impagos (“no es un hecho puntual, es algo que llevamos padeciendo ya varios años”) y que la Consejería de Educación no quiere ni hablar de acabar con la externalización.

Respecto al salario, aparte del cálculo de esos 10,14 euros a la hora, los asesores sordos cuentan, según cifras oficiales, con una jornada semanal de 30 horas y cuyo salario bruto anual (10 meses) oscila entre 10.000 y 13.000 euros. Esto significa, un sueldo ligeramente superior al Salario Mínimo Interprofesional (apenas 500 euros brutos anuales).

Una situación que ha llevado a los trabajadores (y a los propios alumnos) a movilizarse. Así lo hicieron el pasado 15 de enero frente a la Consejería de Educación. A pesar de ello, la Consejería continúa sus políticas y el contrato de asesores de sordos ya se ha cerrado para los próximos dos años.

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