José Manuel Villarejo trabajó para el BBVA de Francisco González. O al menos así lo desvelan Moncloa.com y El Confidencial en varias informaciones donde apuntan que la entidad contrató en 2004 los servicios del excomisario. Entre los encargos, el hoy detenido por la ‘Operación Tándem’ fue reclutado para tratar de frenar el asalto de Sacyr al banco.
Según la información publicada, Villarejo tenía como trabajar investigar a los principales impulsores de la operación. En concreto, al presidente de la constructora, Luis del Rivero; al consejero Juan Abelló; y al jefe de la Oficina Económica de José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Sebastián.
El Confidencial y Moncloa.com, en una investigación conjunta, desvelan que el BBVA de Francisco González se comprometió a pagar al comisario un mínimo de 417.600 euros, más un pago adicional de otros 120.000 euros si los trabajos se realizaban exitosamente. Unos trabajos que se pretendían camuflar en forma de facturas falsas o en abonos en el exterior.
La ‘misión’ de Villarejo consistía en buscar “aspectos negativos” de los principales responsables de la operación. De hecho, a estos protagonistas se les llegó a renombrar como “Grupo Hostil (GH)”.
En este sentido, el segundo paso era difundir esas investigaciones a diferentes medios de comunicación “para desprestigiar la maniobra, subrayar su carácter político y provocar la retirada de apoyos claves”.
El Confidencial recalca que el propio Francisco González fue informado del encargo y de los avances que iba haciendo Villarejo. Presuntamente, el trabajo fue fundamental para conseguir que el Banco de España no apoyara a Sacyr y que Del Rivero y el Gobierno de Zapatero desistieran en su intento de entrar en el BBVA.
Al mismo tiempo, se ha detallado que Villarejo llegó incluso a analizar hasta 15.000 llamadas de sus objetivos. Moncloa.com también ha apuntado que el dispositivo montado por el excomisario “consiguió al menos un infiltrado en las empresas relacionadas con el asalto al poder del BBVA”.
Así, supuestamente el principal implicado de la ‘Operación Tándem’ se lanzó con fuerza a investigar al “GH”, llegando a aspectos de su vida privada, relaciones sentimentales, costumbres sexuales, consumo de alcohol o drogas.
Sin embargo, estas investigaciones de Villarejo no se quedaron ahí. Según se ha aseverado, el BBVA también ordenó que se espiasen a directivos y periodistas de Prisa, Hispanidad o Intereconomía.
“Se controlaron citas y teléfonos de periodistas y de algunos de sus hombres más significativos como Gregorio Marañón o Matías Cortés”, se puede leer en la información de Moncloa.com que también añade que Daniel Gavela, director general de la Cadena SER, fue espiado.
