Jon Inarritu, senador de EH Bildu

Entrevista

Jon Inarritu, senador de EH Bildu

Jon Inarritu atiende a EL BOLETÍN cuando se produce el primer aniversario de las elecciones catalanas del 21-D.

Jon Iñarritu

«Hacen un relato exagerado de Cataluña para tratar de justificar un proceso judicial”

El senador de EH Bildu Jon Inarritu es toda una celebridad en Cataluña. Sus intervenciones en la Cámara Alta han revalorizado mediáticamente un espacio político olvidado hasta la aplicación del artículo 155.

Diputado de Amaiur en el Congreso de los Diputados entre 2011 y 2015, Inarritu advierte que el Estado “quiere trasladar el conflicto político catalán a un asunto represivo” y pide valentía a Pedro Sánchez.

¿Te pareció una provocación celebrar el Consejo de Ministros en Barcelona?

No es la mejor decisión. Antes de hacer un evento así hay que consultarlo con las autoridades locales y de Cataluña. Teniendo en cuenta que pronto iniciará el juicio del procés, que es el aniversario de las elecciones del 155, y las declaraciones de tipo explosivo de parte del gobierno de Sánchez creo que poco ayudan al ambiente de sosiego que debe haber.

¿Ve a Sánchez con voluntad de arreglar el conflicto?

Tengo dudas. No sé si tiene capacidad o si tiene voluntad, o le faltan las dos. Lo que es cierto es que no están cumpliendo lo que prometieron en la moción de darle una salida política, la judialización prosigue. Vemos unas acusaciones y un relato que no se corresponde con la supuesta violencia.

De hecho, he llegado a pensar que tratan magnificar ese contexto de protesta o de desórdenes públicos para intentar dar ante la opinión pública una imagen sobredimensionada que trate de justificar un proceso judicial. Es un relato exagerado que busca justificar unas medidas injustificables.

¿España le parece igual con Mariano Rajoy que con Pedro Sánchez?

Expulsar a Rajoy y al PP de las instituciones era una necesidad de higiene democrática. Estos días se está conociendo la Operación Kitchen, que me parece uno de los casos más graves de los últimos años. La utilización de la policía para gestionar asuntos de partido y atacar a otras formaciones.

Era una necesidad imperante echar a ese gobierno. Nosotros lo hicimos sin recibir nada a cambio y lo volveríamos a hacer.

¿De verdad no le parece que tenga una mejor disposición?

Le hemos visto gestos en materia de inmigración, en políticas sociales, declaraciones iniciales en contra de la ley mordaza…sin embargo, cuando llega lo concreto, en vez de derogar habla de ‘intención de modificar’.

Vemos también cómo no le molesta ni le parece extraño que haya todo un govern en la cárcel. Gente pacífica que nunca ha recurrido a la violencia. Eso no ayuda. Si Sánchez fuera valiente podría ser un estadista y dar una solución. En estos momentos, hace lo mismo que el PP con un tono más bajo.

¿Pero qué puede hacer Sánchez con los políticos encarcelados?

No solo con la Abogacía del Estado, también con la Fiscalía. El problema es que les parece normal la situación, como escuchamos al ministro de los asuntos catalanes, Josep Borrell. Es más aplaudido por Ciudadanos y el PP que por el PSOE.

Pero la ministra de Política Territorial es Meritxell Batet, no Borrell.

Sí, pero en los asuntos catalanes es él quien habla, no hay más que entrar a su Twitter y ver sus declaraciones incendiarias. No solo con Cataluña, también con otros asuntos. Por eso tengo una duda con Sánchez. No sé si tiene voluntad o es rehén de los barones del PSOE.

O de los propios medios de comunicación. La realidad es que hay un auge de la derecha y extrema derecha donde Andalucía ha sido más que una advertencia y ha trastocado las estrategias.

Ahí está el problema. Si compra el discurso del ‘a por ellos’ en vez de tener una actividad propositiva le van a ganar Ciudadanos, PP y VOX. A ultras no les va a ganar.

Sánchez no debe despreciar a la sociedad catalana independentista porque es la que le hizo llegar al gobierno.

En el Consejo de Ministros se aprobó el incremento del salario mínimo y de las retribuciones de los funcionarios. Usted forma parte de un partido de izquierdas. ¿Cuánto peor, mejor?

No estoy de acuerdo en que cuanto peor, mejor. Cuantos más pasos se den en lo social, mejor. Nosotros muchas veces no hemos apoyado algunas medidas de tinte social porque las considerábamos insuficientes. Por ejemplo, un salario menor de 1.200 euros en Euskadi no es digno. E igual con las pensiones.

Sánchez no se ha puesto en contacto con nosotros para hablar de los presupuestos, supongo que lo hará. Estamos dispuestos a hablar de todo. De todo, también de las libertades.

Los presupuestos acordados entre PSOE y Podemos dan aire económico a las instituciones para mejorar la Sanidad y Educación catalanas, por ejemplo, que en los últimos años están en declive. ¿Para aprobarlos es tan fundamental dialogar sobre ese todo?

Es prepolítica. La sociedad catalana tiene a todo su Govern, elegido democráticamente, en el exilio y en la cárcel. Es una anormalidad. Lo que se pretende, precisamente, es no normalizar esa situación que puede llevarnos a un sistema autoritario en donde se pueda vivir bien pero en materia de libertades las garantías sean nulas. Exagerando, como ejemplo, los países del golfo pérsico.

Por eso es necesario hablar del todo. Porque además el gobierno tiene muchos gestos pero en la práctica hace lo mismo que el PP en muchas cosas, como las concertinas.

¿La Realpolitik es fundamental a la hora de hacer política?

Sí, toda. Pero lo que tiene que haber también es voluntad y capacidad. En España, 40 años después del régimen, vemos todavía los coletazos de aquellos días. Invitaciones a Tejero a un acto de la Guardia Civil, Billy el Niño celebra el 12 de octubre en una comisaría, militares apoyando a Franco…

Todavía están ahí, no solo en Vox y Hazte Oír.

¿Cataluña puede ser un Estado independiente sin un conflicto armado?

Antes o después, con más o menos represión, la sociedad catalana va a ser lo que ella quiera. Si el Estado cree que la vía judicial va a frenar el independentismo, va a ser al contrario. Va a dar razones a aquellos que tengan dudas.

Cataluña siempre ha sido una sociedad política y pacífica que ha defendido exclusivamente las vías democráticas. Por ejemplo, Torra dijo que defendía la vía eslovena, que es la del referéndum. Pues bien, le acusan de la violencia que produjeron las tropas yugoslavas de Esolvenia. Le arrogan esa violencia.

Tampoco sé si es el mejor ejemplo…

Puede que no lo sea, pero él quiere explicar su vía pacífica del referéndum, como en Escocia. Lo que pasa es que Escocia no tenía enfrente a Milosevic. Tampoco a 6.000 piolines.

Respecto al referéndum, no hace falta modificar la Constitución para hacerlo. Si hay voluntad política se puede interpretar la Carta Magna. Ahora se interpreta de manera rigorista por los ultraortodoxos constitucionales.

¿La Constitución no es un impedimento?

Es una excusa para no dar pasos. El otro día celebraron el 40 Aniversario de la Constitución y en vez de haber caras de felicidad y aniversario parecía un funeral.

Dentro de algunos sectores del independentismo se dijeron cosas como que Cataluña seguiría estando en la UE si fuera un Estado independiente, algo que de primeras es mentira. ¿Debe haber autocrítica en el soberanismo?

El independentismo está compuesto por amplios sectores de la población con ideologías diferentes. Hay conservadores, progresistas, anarquistas, hay de todo. Si hay una corriente europeísta es el independentismo catalán, que creo que se ha llevado un chasco con cómo han respondido las instituciones europeas.

Es cierto y es innegable que la UE es un club de Estados. Aunque también es cierto que la UE no representa todo lo que es Europa, ahí tenemos ejemplos como Suiza o Noruega, por poner ejemplo de dos Estados avanzados que no forman parte de la Unión. Pero sí, la UE es un club de Estados que defiende a sus Estados.

¿Pero eso no lo sabían las cabezas pensantes del procés?

En la vida, en política, quiénes nos hubiéramos imaginado que en esta legislatura se iba a ir Rajoy para llegar Sánchez. Quién hubiera imaginado hace cuatro años el Brexit cuando le decían a los escoceses que si se separaban de Reino Unido estarían fuera de la UE.

El primer interesado en que Escocia y Cataluña no salgan de la UE es la propia Unión, que no querría tener un Estado tapón con 7 millones de habitantes, con salidas naturales al mar e infraestructuras.

Tampoco se le ha visto muy favorable a la idea independentista.

Lo que no va a hacer es promocionar. Siempre va a defender los intereses del Estado miembro. En cualquier caso, y aunque lo nieguen, la realidad es que la inmensa mayoría de los catalanes está a favor del derecho a decidir.

En La Vanguardia publicaron esta semana que el Parlament no ha aprobado ninguna ley en todo el año. Teniendo en cuenta del mal estado en el que se encuentran la Sanidad y la Educación, ¿la izquierda independentista es más independentista que de izquierdas?

No. Si hacemos un análisis de las medidas acordadas en la anterior legislatura, eran todas de carácter social y todas tumbadas por el Tribunal Constitucional. ¿Qué ha pasado este año? Que estamos en una situación anómala donde el que tendría que ser president está en el exilio, e igual varios diputados a los que no se les permite recoger su acta.

Desde mi punto de vista, desde el Estado español hay un interés claro por cambiar el paradigma, que es pasar el conflicto político a un asunto represivo o no represivo, de acción a reacción. Cuando tienes un problema de índole policial no lo tienes de índole político.

Respecto al Parlament, no acaba de arrancar porque vivimos en una anomalía democrática y porque hay sectores que están intentando sabotear a ese gobierno efectivo. Desde Madrid en ocasiones se nos dice ‘hay que priorizar’ y tal, pero es que estamos en un estado de prepolítica.

La izquierda independentista reclama la solidaridad de las izquierdas de todo el Estado. ¿Esas izquierdas soberanistas lo han sido con éstas en situaciones de desagravio que se viven en regiones mucho más pobres?

Nosotros cuando hablamos de fuerza internacionalista no nos circunscribimos solamente al Estado español. Nuestra solidaridad es internacional y con quienes más lo necesitan. Trabajamos con fuerzas en todo el Estado español. Apoyamos mociones, vamos a manifestaciones, hemos hecho proposiciones legislativas…

Es cierto que tenemos esa dicotomía de no entrar en asuntos que no nos son propios a no ser que se nos solicite. Y esto nos lo piden en muchísimas ocasiones, desde Cataluña a otras naciones sin Estado o regiones. Yo mismo he ido a Andalucía para visitar CIEs, en Ceuta y Melilla, Asturias… Sin embargo, no hay interés mediático en sacar eso. Solo se nos saca, generalmente, en temas de normalización y pacificación. Asuntos de presos y otras actividades.

Por ejemplo, hoy he registrado dos preguntas sobre Asturias y Cataluña. No somos ajenos al marco en donde vivimos.

¿Qué piensa de la izquierda española?

Nunca diré la frase de Pla de ‘no hay nada más parecido a un español de derechas que un español de izquierdas’. En algunos sectores políticos es cierto que se ha comprado cierto relato, desde lo del privilegio de algún tipo, desde el egoísmo de algún tipo, desde representar al abertzalismo del Siglo XXI relacionándolo con determinadas figuras nacionalistas del Siglo XIX que nada tienen que ver con el abertzalismo actual.

La izquierda debe apostar por el entendimiento, la solidaridad y por ponerse un poco en el papel del otro.

De alguna manera lo hacen.

Es cierto que la izquierda española no tiene nada que ver con el trío del 155. En algunas ocasiones debatimos y discutimos y no estamos de acuerdo, pero yo estaría encantadísimo de que la mayoría española fuera lo que representa Unidos Podemos, porque estoy seguro que podríamos llegar a puntos de acuerdo.

Ahora bien, por ejemplo, en el Parlamento Vasco. Elkarrekin Podemos estaba participando en el debate del Estatuto, negociando. Se hicieron mejoras y cuando prácticamente estaba acordado hubo una llamada desde Madrid y se echaron atrás. ¿Un partido confederal actúa en esos términos?

En cualquier caso, ojalá un día la mayoría de representantes del Estado español fueran de Unidos Podemos.

Eso sí que está lejos de la Realpolitik.

Desgraciadamente la idiosincrasia del país no es así.

¿Qué explicación le da a que el PNV sea la única formación que se mantiene intacta después de este ciclo político?

Creo que el PNV, a pesar de las críticas que le podemos hacer desde posicionamientos de izquierdas, conoce bien la sociedad vasca y es capaz de apoyar distintas políticas dependiendo del momento, desde las más conservadoras a políticas sociales.

Es un partido flexible que le permite pactar unos presupuestos con el PP y al cabo de una semana se carga a Mariano Rajoy y no tiene ningún problema. Tienen mucha cintura y palpan muy bien cuándo sus decisiones no les produce un coste político.

El otro día pegaron una paliza a un estudiante en la UPV de Vitoria al grito de “español de mierda”. Hay quien lamenta que EH Bildu no haya mostrado con mayor ímpetu su repulsa. ¿Qué opinión le merece?

Arnaldo Otegi ya respondió el otro día que cualquier persona que cometa una actividad violenta contra otra, y más por un posible ideológico, está fuera de lo que tiene que ver la izquierda abertzale. Cualquier acto violento no tiene sentido y aún menos en la universidad. Es indefendible, rechazable y nos solidarizamos con esa persona.

Eso no quita que cada vez sea más extraño y no se suelen cometer. Hay quien quiere volver a ese relato de que en Euskadi estamos peor y tal, cuando vemos que se ha avanzado muchísimo. Desde el apartheid político a otras muchas personas que tenían que ir escoltadas porque sus vidas estaban en riesgo, otra anomalía que no tenía ningún sentido.

Por suerte las personas para hacer política en Euskadi ya no van con escolta y las población puede votar a quien quiera, sin formaciones injustamente ilegalizadas. Estamos muchísimo mejor.

¿Verás el discurso del Rey?

No, no, lo leeré para estar informado. De todos modos, cada vez es mayor el debate sobre la monarquía. Este modelo se ha construido en base a mitos como lo son los Reyes Magos o Don Pelayo.

Que si el Rey es campechano y el hijo el preparado, que si es una Monarquía barata o incluso cuando te cuentan anécdotas estilo Ozores como que el Rey echó a una modelo por un barco. Un acto machista convertido en una película de gracia. Luego que si trajo la democracia.

¡Una mierda! La democracia lo trajeron los estudiantes, los trabajadores, los pensionistas, que fueron los que salieron a la calle a partirse la cara.

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