Compleo de disrupciones, «Big Data», prospectiva y gestión estratégica

Tribuna

Compleo de disrupciones, «Big Data», prospectiva y gestión estratégica

Justo ahora, avanzamos un papel de trabajo sobre la relación entre Big Data, Machine Learning e Inteligencia Artificial.

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En estricta verdad, la autoría de este artículo incluye a las profesoras Anahir Rodríguez y Mahié Sierra, compañeras en el equipo de la Materia Interescuelas en Criptoeconomía de nuestra Universidad, responsables del Núcleo La Morita, en el vecino Estado Aragua.

Justo ahora, avanzamos un papel de trabajo sobre la relación entre Big Data, Machine Learning e Inteligencia Artificial, por un lado, y, por el otro, la Prospectiva y la Estrategia; estos últimos, como saberes y medios de estudio e intervención de realidades de nuestro interés, en el preciso contexto del proceso -exponencial- del «complejo de disrupciones» y del triunfo crucial de la razón técnica.

Pasa que «Big Data» -volúmenes ingentes de datos- y campos y medios relacionados: «Machine Learning» -aprendizaje por las máquinas- y la «Inteligencia Artificial» están modificando y haciendo obsoletos radicalmente la producción científica de conocimientos y sus métodos, por lo cual interesa a quienes nos desempeñamos en las casas del saber -las universidades- para la redefinición de nuestra actuación intelectual y su aplicación al medio externo. Con lo expuesto en cursivas se cumple lo que temían filósofos de diversa época: la razón técnica se impone a la razón científica.

El proceso que incluye esos campos nuevos -para algunos, la «Cuarta Revolución Industrial» (4IR); para otros, la «Industria 4.0» y, para nosotros, el «complejo de disrupciones»- representa un torrente exponencial decambios sobre cambios, el cual, efectivamente, afecta de modo significativo el quehacer intelectual, tanto en la ciencia como en el arte.

Planteamos -exponemos aquí, de modo sencillo, nuestra posición- que esto último sucede para todo lo predecible; pero, no para lo anticipable; excepto en eventuales casos de concepción y desarrollo de rutinas con base en grandes volúmenes de informaciones sobre hipótesis de futuro; lo cual, no ha sucedido en los trabajos prospectivos hasta ahora, y habrá que ver si, al final, resulta posible. El temor de Galileo con la ciencia se cumple con la técnica y, entonces, el forzoso requerimiento a los saberes liberales. Para nosotros, nunca como antes, llega el tiempo de la Prospectiva y la Estrategia.

El trabajo se inicia en la Prospectiva. Es más, vale decir, que para el preciso objeto que nos interesa, lo que cabe es lo que llamamos Prospectiva de base referencial, práctica con base en criterios del formulador prospectivo e informantes calificados -hombres, no máquinas- y no con base en manejos numéricos documentales, más propios de la predicción que de la anticipación.

Proponemos, terminantemente, que el proceso de anticipación prospectiva y estratégica -tan sencillo como que debe ser realizado de modo expedito- es la mejor opción frente a la realidad del cambio acelerado del «complejo de disrupciones» y la necesidad de su anticipación e impactos, de modo de producir respuestas apropiadas y oportunas en el plano de las políticas y la acción misma. Frente al cambio acelerado -el propio cambio cambia- no procede una formulación y acciones inerciales o diferidas.

Como dicho en reciente artículo nuestro, para el trabajo prospectivo «No habrá «grandes números» (Big data), «Inteligencia Artificial»o «Machine learning» que valgan. No hay datos, ni proyecciones, sino hipótesis. Y voluntad humana para viabilizarlas. Sujetas a restricciones, claro. Así se construye el futuro deseado. Ahí no nos reemplazan las máquinas«.

El abordaje de lo que nos planteamos para el «paper» incluye revisar: 1) el paso de la «razón científica» al «Big Data», 2) la relevancia de la razón derivada de anticipaciones, 3) el planteamiento prospectivo con base en referencias hipotéticas, 4) el tipo de recursos humanos necesarios, bajo el paradigma anticipatorio y 5) la aplicación de lo anterior a las situaciones del «complejo de disrupciones» (la Criptoeconomía forma parte) y -aterrizamos en nuestro objeto- sus impactos sobre el mundo de las nuevas finanzas.

Y es que planteamos la hipótesis de trabajo de acuerdo a la cual, con dicho «complejo», en curso acelerado -exponencial, ya dijimos-, la toma de decisiones, en general, y la acción deben basarse en el futuro, no en el pasado. En las anticipaciones, no en las tendencias. Y en los hombres, no en las máquinas.

***Santiago J. Guevara G., es economista venezolano, experto en Prospectiva, Estrategia y Gestión. Profesor universitario jubilado. Ejerce la Coordinación Adjunta de la Materia Interescuelas de FACES-UC (Universidad de Carabobo) en «Gerencia y Finanzas de Criptomonedas y Criptoactivos». Es líder promotor del «Grupo de Deontología de la Criptoeconomía», basado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Carabobo e impulsa otras esferas del campo y relacionados

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